miércoles, 24 de diciembre de 2008

PDVSA, ¿EL AGUJERO NEGRO DE LA REVOLUCIÓN?

Rafael Gallegos

Los "revolucionarios" cuando eran de oposición decían que PDVSA era un estado dentro del estado, como para indicar que era tan o más poderosa que el gobierno nacional. Para decir que era inauditable, regaron la conseja que PDVSA era una caja negra, impenetrable para los venezolanos. Esparcieron a los cuatro vientos que PDVSA era una empresa manejada sin ningún control y que ellos una vez en el gobierno iban a acabar con esa situación.

Mentira, lo primero que hicieron fue agregar otro brochazo de pintura mate a la llamada caja negra. La PDVSA anterior, que con todos sus defectos funcionaba con eficiencia modelo para América Latina y el mundo, tenía a la Contraloría auditando todos sus procesos, con oficinas fijas dentro de la empresa. Además, los números de PDVSA eran públicos, ciertos y cuadraban. No existían esas vergonzosas contradicciones entre lo que la empresa dice que produce y lo que dice la OPEP o la AIE, o esos cambios de petróleo por "catedráticos" con Cuba, ni esa caja chica para servir a los manejos políticos y mucho menos se utilizaba a sus técnicos como vendedores de pollo o en el proselitismo político.

La caja negra la volvieron roja – rojita. A sus empleados se les dijo que nada valen, que sus puestos son una dádiva del comandante supremo y que los gloriosos (sí, glo-rio-sos) 23.000 expulsados, que sí sabían de petróleo y estaban cargados dignidad hasta el punto de anteponer los ideales a sus puestos de toda la vida, eran unos guarimberos y saboteadores. Como si ellos no hubieran saboteado la eficiencia y hasta la existencia de nuestra industria petrolera.

Hoy la PDVSA socialista, comienza a recoger el producto de tanto desaguisado. Tumbaron la producción de petróleo, los proyectos de crecimiento, la eficiencia de las refinerías y la industria conexa. Pésimos manejos gerenciales. Ampliaron la teoría de Rockefeller referente a que el mejor negocio del mundo era una empresa petrolera bien administrada y el segundo mejor negocio del mundo una empresa petrolera mal administrada… le faltó PDVSA como el tercer caso. Tal vez a don Rocke ni le pasó por la cabeza una petrolera vendedora de pollos, que insultara los buenos clientes, que regalara su petróleo y botara a la mayoría de sus trabajadores. Hace apenas seis años, cuando la lobotomía empresarial, el precio del barril de petróleo era de 23 dólares y era suficiente para el país. Hoy se tambalean porque está a 30 o 40 dólares. Habrase visto. Necesitan por lo menos a 70 dólares el barril para sobrevivir. ¿Alguno de los "revolucionarios" dará la cara en el futuro por tanto desaguisado?

Se llama agujero negro a zonas del espacio que se tragan lo que tengan cerca, estrellas, planetas, hasta galaxias enteras. La supina ineficiencia de industria pivote amenaza con tragarse a la "revolución". Transformaron a PDVSA en un agujero negro. Los precios actuales agregados a la proverbial ineficiencia dan pérdidas para la empresa y para el país. Ya cierran taladros, botan gente, no tienen liquidez, ni solvencia. ¿Quién le dará dinero al país para pagar los empleados públicos y para importar comida? ¿Quién mantendrá a las empresas quebradas por la "nacionalización"? ¿Con qué dinero seguirán las políticas sociales? Esta "revolución" ha sido a realazo limpio. Diseñada para sobrevivir con 30 % de aumento anual de los precios del petróleo. Si PDVSA sigue tan flácida o peor si quiebra – remember PEMEX- ¿cómo se sostendrá la "revolución"?. Agujero negro en puerta.

La única salida sería rectificar y dejar de atormentar a más de la mitad país. ¿Podrán hacerlo o se comportarán como el alacrán que recibió la colita del sapo para cruzar el río?

PEDRO RAMÓN ROMERA

Con profundo dolor registramos el fallecimiento del gran periodista Pedro Ramón Romera. En su larga trayectoria dirigió y colaboró con innumerables proyectos periodísticos de mucha significación. Lo conocí por allá en los años setenta cuando él era director de este diario y gran amigo de mi padre, el también insustituible Rafael Gallegos Ortiz. La sencillez de Don Pedro contrastaba con su trayectoria y sabiduría. Los grandes hombres son así, sencillos como para no deslumbrarnos con su luz.

Al morir mi padre, Romera me ofreció continuar esta columna, que por lo tanto tiene dos características singulares: es heredada y además, tiene padrino. A mucha honra una columna con un padrino de esa categoría. Extrañaremos su jovialidad y su orientación. Paz a sus restos y a su viuda, la señora Vicenta de Romera, toda mi solidaridad.

Y a Venezuela: hombres como Pedro Ramón Romera deben ser homenajeados y distinguidos luego de su partida. No tanto por ellos, sino por los que quedamos. Bastante falta nos hace el modelaje en este país tan desorientado. Descanse en paz, maestro y amigo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por honrar el nombre de mi papa.La historia algun dia entrara en el track correcto y abrira la gran caja de pandora que este nefasto tiempo ha dado a nuestro pais. Gracias una vez mas.
y mi padre en la dimension que se encuentre asi lo sentera.

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