lunes, 24 de junio de 2013

VENEZUELA: 135 AÑOS DE ESTRATEGIAS PETROLERAS (I/VI)

Rafael Gallegos                                                           

I.- Gómez, un dictador de petróleo
PRELIMINARES
1.- En Venezuela, la explotación petrolera data del siglo XIX, cuando se fundó  Petrolia del Táchira, dos décadas después del pozo Eureka en Pensilvania. Su producción promedio fue cercana a los 20 barriles diarios, surtiendo de keroseno a la región. Tuvo su sentido comercial, aunque más histórico que comercial.
A mucha honra, fue nuestro primer intento de explotación  integrada del negocio petrolero: el primer acercamiento a la formación de técnicos petroleros; la primera cabria, rota y reparada en Venezuela; la primera refinería, una “cafetera” para procesar kerosén. Pero las precarias reservas de la zona, no ayudaron. En 1934, cerró sus puertas.
2.- Bajo la presidencia de Rojas Paúl, se entregó en concesión el Lago Guanoco (asfalto) a la empresa norteamericana New York and Bermúdez Company. La empresa incumplió sus pagos y propuestas. Veinte años después, Cipriano Castro lo exigió infructuosamente y entró en conflicto con esa empresa.
Éste reclamo, aunado a la humillación de los banqueros  cuando Castro, quien al negarse estos a darle más préstamos, los apresó e hizo marchar por Caracas engrillados, y vilipendiados y escupidos por el pueblo, para que “recordaran donde habían guardado el entierro”, generó la Revolución Libertadora.
Ésta fue liderada por uno de los hombres más ricos de la época y concuñado de Guzmán Blanco, Manuel Antonio Matos, quien para su “revolución” logró financiamiento de la New York and Bermúdez Company.
Dicen que con el asfalto de Guanoco se pavimentaron las primeras calles de New York. Esto refleja la importancia de hidrocarburos en la época. Para Venezuela este capítulo es más político que petrolero.
Significó el dominio militar del gobierno central y el comienzo del fin de los caudillos. 
LAS CONCESIONARIAS
1.-La estrategia de dejar hacer. Rómulo Betancourt llamó la “danza de las concesiones” al otorgamiento, seguido de ventas a las empresas transnacionales, de amplios territorios de Venezuela. Destacan la Valladares, la Trugeles, la Vigas y otras. Enriquecieron a amigos y a personeros del gobierno.
Las primeras leyes petroleras cobraban muy poco a las empresas. Apenas unos Bs 2 por hectárea y un 5 % de regalía.
El ministro de Fomento Gumersindo Torres, fue el primero en hacer una ley coherente en 1920. Incluía tímidos avances como el vencimiento de unas concesiones, que fueron modificadas en la Ley de 1922. El dictador Gómez, ante los reclamos de los representantes de las transnacionales, les expresó: “hagan ustedes las leyes, porque son los que saben de eso”. Y Torres fue sacado del cargo.
El ministro Torres había observado que el impuesto aduanal exonerado a las petroleras fue más alto que los impuestos cobrados por los hidrocarburos, y concluyó que: hubiera sido más negocio para Venezuela exonerar los impuestos y cobrar aduanas. Se estima que el porcentaje cobrado por la nación a las petroleras hasta mediados de 1930 fue alrededor del 7%. Como referencia cuando México nacionalizó su industria petrolera en 1938, ese porcentaje era superior al 15 %.
Las empresas transnacionales en principio fueron europeas (fundamentalmente Shell) y a partir de 1920, se incrementó la participación de las norteamericanas (principalmente Standard de Rockefeller y Gulf de los Mellon). Las razones de la esa participación se pueden ubicar en algunos aspectos: el senado de Estados Unidos declaró en 1920 que había que buscar petróleo en el extranjero porque sus reservas tendían a agotarse. Comenzaba el fin del Aislacionismo norteamericano.
El flujo de capital petrolero norteamericano se desvió desde México a Venezuela. La Revolución Mexicana ya no tenía los gestos amistosos de Porfirio Díaz con los norteamericanos y además, las  grandes expectativas petroleras de Venezuela, atraían inversiones.
El capital norteamericano llegó tarde a Venezuela; pero ello no impidió que a la vuelta de pocas décadas produjera más del 65 % del petróleo de este país (50% Creole  y 15 % Mene Grande) dejando el restante 35 % a Shell. Las transnacionales inicialmente  no quisieron refinar en Venezuela. Se dice que preveían una revuelta en el corto plazo, o que Gómez no quería nada con obreros y los inevitables sindicatos. Lo cierto fue que construyeron modernas refinerías en Aruba y Curazao.
La estrategia de Venezuela en esta etapa fue de dar inmensas facilidades al capital extranjero. No había conocimiento del negocio. El gobierno de  Gómez en buena parte se mantenía por ser “amigo”. Fue una dictadura petrolera.
Venezuela llegó a ser el primer exportador y  tercer productor de petróleo en el mundo. En 1928, los ingresos petroleros superaron a los demás en la conformación de los ingresos fiscales.
A la muerte de Gómez, hubo giros estratégicos. Se los contaremos en la siguiente entrega.

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