Nada es casual, todo es causal. Los acontecimientos
siguen un proceso de causa-efecto. Los
desastres que se observan en el país, no son espontáneos. La falta de
democracia, la improductividad, la inflación record mundial, la escasez ídem,
la creciente violencia y los crecientes ranchos (se ha duplicado el déficit de
vivienda en los últimos 14 años), los hospitales enfermos, tienen su origen. O
mejor, sus fallas de origen.
Por ejemplo, la pre quiebra de PDVSA tiene su
origen principalmente en los 23.000
botados del 2003 (a mucha honra). A Chávez, “yoprovoquéelparo”, no le importó acabar
con PDVSA, tal como la madre desnaturalizada del pasaje bíblico de Salomón. Cual
si hubiera botado a los carniceros de una carnicería, a los médicos de un hospital,
a los atletas de una competencia. O sea…
Similar hicieron los “revolucionarios” al confiscar
Agroisleña, invadir haciendas productivas, expropiar empresas, insultar
empresarios, burlarse de los elementales principios gerenciales, etc. Obedecieron
al Plan de Destrucción Estratégica de Venezuela, para que nos pareciéramos más
al modelo cubano y así como el lobo de la caperucita, “comernos mejor”.
Este desastre, tiene su origen en tanta desfachatez
a lo largo de catorce años. La “revolución” tiene varias fallas de origen que
han marcado esta ruta hacia el totalitarismo.
Primera
falla de origen: el 4F. Emergieron a
la política mediante un golpe de estado contra un gobierno democrático.
Atacaron ferozmente La Casona, donde se encontraban la esposa e hijas del
Presidente Pérez. Hubo decenas de muertos, que por cierto ni se les ocurre
investigar. Similar a los golpes de estado de
Pinochet, Pérez Jiménez, Videla. La única diferencia… es que el 4F, fue
fallido.
Con esa falla de origen, demuestran que no creen en
la democracia, a menos que ellos ganen la elecciones, como en Cuba, donde
aunque usted no lo crea, hay elecciones y el gobierno saca un asombroso 99 % de
los votos.
De allí nuestras elecciones plagadas de ventajismo,
la licuefacción de los poderes públicos… jugo, zumo, hugo y ahora pretenden “madurar”
el líquido, para tomarte mejor. O la ledezmización a la Alcaldía de Caracas,
que ahora insisten en repetir en Miranda, sin importarles que el pueblo le haya dicho NO a Diosdado y NO a Jaua.
Es decir… si el pueblo les gana, lo anulan.
Segunda
falla de origen: las elecciones para la Asamblea Constituyente. Esto no se puede
olvidar. Es muy simple, en 1999, los
candidatos de la oposición sacaron más
de 40 % en esas elecciones y apenas tuvieron el 3 % de los representantes.
Este exabrupto… no se puede olvidar. Da una idea del irrespeto por la
representatividad de los que pensamos diferente. Allí nacen las groserías, los
insultos y los golpes a los diputados y diputadas. El dedismo y el puñismo. Al mejor estilo del comunismo cubano.
Tercera
falla de origen: no revisar los cuadernos electorales. El
gobierno de Maduro está entrampado
en esta falla. Mientras no revise los cuadernos, tendrá la sombra del fraude. Y
esa sombra, crecerá como cuando el sol declina. Si no se cuentan… son cuento.
Seguimos a la espera del TSJ.
La
“revolución”, la Constitución y este gobierno, presentan serias fallas de origen. Como cuando usted compra un
pantalón de marca, a la cuarta parte del precio, porque tiene una bota
deshilachada, que si camina apuradito, no se nota mucho.
La diferencia es que esta “revolución” no ha sido barata, ni la
compramos en rebaja. Al contrario, nos ha resultado carísima.
UN DESTINO
FALLIDO
Hitler pregonaba que el nacismo iba a durar mil
años… y apenas duró trece. Esta “revolución” y que duraba hasta el dos mil
siempre, y ya se le ven las costuras.
Su falta de liderazgo es otra falla de origen. Los autócratas no forman herederos. Claro, no tienen
fecha de vencimiento. Por ello, cuando se tienen que ir, nadie está preparado.
Por ejemplo, esta “revolución”. Chávez amarró el
CNE, los poderes públicos, su prensa. Se basó en su gran carisma con el pueblo
desvalido. Cuando le tocó irse, miró a los lados y… ni el carisma, ni el
tinglado totalitario, se heredan.
Y además, con esta torta, el único país de la
historia moderna que se le acaba el papel higiénico…
Este año los capitalistas de América Latina crecen
y tienen inflación de un dígito,
elecciones limpias y alternabilidad.
Este comunismo nos
ha convertido en la oveja negra del vecindario. A excepción de Cuba,
modelo y martillo.
Ya la “revolución”, sin logros, ni liderazgo, ni
respaldo popular, no es sustentable.
En lugar de navegar en el mar de la felicidad (para
los tiburones come balseros), navegamos en el mar de las dudas… mientras no se abran los cuadernos electorales.
Un solazo en la espalda. Demasiadas fallas de
origen. Y el país no es pantalón. No basta caminar apuradito.
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