Erika Hidalgo López (El Mundo. 31-05-10)
Los proyectos de la Faja Petrolífera del Orinoco y los desarrollos ya en operación se disputarán el 27,3% de la producción de gas de la zona de Oriente hacia 2024. Este porcentaje significa el consumo de unos 3.000 millones de pies cúbicos diarios, indicó Mauro Ristorto, consultor senior de la empresa IPD Latin America.
Según el analista de energía, la Faja competirá por el suministro del combustible gasífero con una serie de sectores productivos de importancia, no solamente desde el punto de vista económico, sino estratégico.
De acuerdo con cálculos de Ristorto, la zona estará consumiendo cerca de 11.700 millones de pies cúbicos de gas diarios, y el principal comprador será la propia industria petrolera, que lo destinará a varios usos: inyección de gas, refinerías, petroquímica, y trabajos en la Faja. Los otros sectores que demandarán el recurso serán petroquímica, electricidad, aluminio, acero, manufactura, exportaciones y otros.
La tarea luce retadora. Lograr una producción de 11.700 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, solo para el consumo de la zona de Oriente no suena sencillo.
La producción actual de gas natural, de acuerdo con cifras del último balance publicado por Petróleos de Venezuela (Pdvsa) a junio de 2009, se ubica en 7.088 millones de pies cúbicos diarios, mayor en 452 millones de pies cúbicos a la producción promedio alcanzada en el mismo período del año 2008, que fue de 6.636 millones de pies cúbicos al día.
Mientras, el déficit gira en torno a 2.000 millones de pies cúbicos diarios, según cifras de analistas del entorno.
La meta oficial en el corto plazo, según el informe de Pdvsa, es aumentar la producción de gas natural a 12.568 millones de pies cúbicos al día para el año 2013. "Lo que permitiría convertir a Venezuela en un exportador de gas natural", dice el documento.
Planes poco a poco
El analista del entorno gasífero, Diego González, considera que los proyectos se han quedado solo en proyectos, desde que se presentó el plan de negocios Siembra Petrolera en agosto de 2005.
"El problema radica en que el Ministerio de Energía y Petróleo (Menpet) y Pdvsa han mezclado la política con la gerencia de la empresa. Para ellos los proyectos tienen que obedecer a los fines políticos que se plantean", según opinó González. "De allí que no se quiera contratar a las empresas internacionales que sí saben del negocio del gas natural, y se prefieran las asociaciones con empresas estatales".
Por su parte, el presidente saliente de la Asociación Venezolana de Procesadores de Gas (Avpg), Sebastiano Rizzo, reconoce también que existe un retraso en la concreción de la fase de producción de los planes costa afuera.
Ahora o nunca
Las exigencias en materia gasífera que se generarán en los próximos tres o cuatro años con los desarrollos en la Faja del Orinoco y con las nuevas capacidades de generación termoeléctrica no podrán ser satisfechas, de no iniciarse de manera inmediata los planes tanto costa afuera, como las ampliaciones de los existentes en tierra firme.
Según Mauro Ristorto, la fase productiva se muestra lenta, y más aún cuando se habla de un crecimiento importante en diferentes sectores del país y en especial de la zona de Oriente.
El analista comenta que es importante notar que el aumento de producción de campos actualmente en explotación es limitado. Y que el incremento de la producción a futuro dependerá de la explotación de los campos costa fuera ya descubiertos y de la intensidad del esfuerzo exploratorio. Señala, sin embargo, que, de no materializarse el plan previsto por Pdvsa, cualquier escenario privilegiará la demanda de la Faja del Orinoco, toda vez que este es un sector estratégico para los planes económicos de la nación.
Piensa que el Gobierno, al momento de decidir cuáles serán los sectores que tendrán acceso al combustible y sopesar en qué medida se logrará satisfacer la demanda, tendrá que poner en la balanza una serie de consideraciones de acuerdo con sus planes.
Faja ambiciosa
Los proyectos que más gas demandarán, además de las actividades propias de la producción de crudo, serán las industrias aguas abajo como los mejoradores que convertirán el crudo pesado y extra pesado en crudo mediano, las refinerías y la petroquímica.
De acuerdo con los planes del Gobierno, se estima que la producción de petróleo extra pesado podría llegar a 2,7 millones de barriles en 2021, solo en los desarrollos de los bloques Carabobo, Junín y las refinerías previstas en Cabruta y Jose.
Para dar una idea, Ristorto estima que un campo de 200.000 barriles -cuando esté en fase de recuperación secundaria- demandará unos 280 millones de pies cúbicos de gas por día, mientras que una refinería de unos 400.000 barriles diarios de producción, como Cabruta, puede llegar a consumir hasta 300 millones de pies cúbicos diarios de gas
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