sábado, 14 de marzo de 2009

SE QUEDARA ANIBAL SIN EMPLEO?

Carolina Galea

Una de estas tardes, al regresar a casa, me detengo en el Parque del Conjunto Residencial donde vivo y saludo a Aníbal, quien durante veintisiete (27) años ha estado sirviendo a la chiquillería que en el crepúsculo baja a divertirse en los columpios, que ahora son nuevos y bellos, vendiéndoles helados. Este señor, ha visto crecer generaciones de esos edificios, de hecho, ya su cabello es más blanco contrastando con su oscura piel. Además del saludo, le pregunto: Aníbal que helados grandes tienes? - por aquello que una cucharada de helado en medio de una buena película es bienvenida o para saciar un antojo-; la respuesta del heladero me dejó helada: No tengo sino uno, el de multisabores, no hay más y no se cuando habrá, porque Chávez no está dejando que hagan helados¡¡. Cómo? Mi pregunta trae una respuesta que debía yo conocer: Bueno, usted sabe, EFE es de empresas Polar y la producción ha bajado porque ese señor quiere acabar con todo, hasta con los helados, no sabe el daño que nos está haciendo, manifiesta con hondo pesar y con un dejo de desaliento parecido al “Quién podrá defendernos¡¡”

Lo anterior me infunde una impotencia contenida y la reflexión continua que hace que ciudadanos comunes que deberíamos estar pensando en lo mejor, con angustia veamos que día a día nos cambian la historia y con ella las costumbres, los gustos, las ganas…Aníbal tiene igual número de años trabajando como heladero y en son de broma siempre le preguntamos ¿Cuándo te jubilas? Y el responde: Cuando la Junta General de Condominio de estas Residencias quiera¡¡ Pero ese no es el punto, porque si Aníbal no tiene más helados, pues sencillamente se quedará sin empleo y justamente en el tiempo en que le toca retiro, todo por un capricho presidencial de perseguir a quienes verdaderamente han ayudado a la productividad de Venezuela, a generar empleos y ello me obliga a suscribir la denuncia de Roberto Giusti: Por qué no defendemos a Mendoza?

Y concluyo, será que no nos importa que un Aníbal se quede sin empleo o que muchos heladeros se queden sin empleo, será que este nuevo socialismo no quiere que comamos helados por aquello de la influencia del imperialismo. De todas maneras, hay algo que no cambiará, la presencia constante de Aníbal en nuestros parques y por siempre su amable sonrisa, que nos deja sentir ese sabor de un cremoso helado al caer la tarde. Esto, si aportamos un granito de arena defendiendo nuestro derecho a escoger, nuestro derecho a la propiedad privada, el derecho a ser libres de pensamiento y no dejarnos pisar por la bota inmisericorde: Hagamos algo, porque sino, Aníbal se queda sin empleo!!


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