Rafael Gallegos
Han
tergiversado la historia para tratar de justificar esta “bolivariana” tan disparatada.
Intentando tapar el sol con un dedo, derribaron las estatuas de Colón e
ignoraron sus efemérides, como si con ello lograran que los indígenas hubieran
descubierto Europa. Desinflaron a Páez, e inflaron a Zamora, disimulando
inútilmente su gran parecido a Boves, con su patria botín, la exaltación del
resentimiento y el señuelo de una falsa democracia. Han intentado hundir la figura
de Betancourt, para desprestigiar a la con todos sus defectos, excepcional república civil surgida del Pacto
de Punto Fijo.
En su complejo de Adán, de descubridores del agua
tibia, nos venden que el intento de golpe de golpe del 4F contra la democracia
venezolana, equivale a la Batalla de
Carabobo, o por lo menos a un 23 de Enero. Quieren que creamos que Chávez era hijo de Bolívar, hermano de
Fidel, y primo del Che, del estatuado
Marulanda, de Mugabe, de Kadafi. Como diría Rimbaud, hay cada hijo de familia.
Y seguramente están buscando un heredero con
quien comparar a Maduro. Los deslenguados dicen que escogen entre Raúl,
heredero de Fidel; Stalin, heredero de Lenin; Baby Doc, heredero de su padre;
la familia Kim…
Pero lo más grave de estos adanes sin paraíso, es
la distorsión de la figura del Libertador. Casi que equivale a que hubieran
traducido mal el famoso discurso de Martin Luther King: “yo tengo un sueño”, e
interpretado: “yo tengo sueño”.
Y así parece, porque lo que sucede en Venezuela
hoy no puede ser ni el sueño de Bolívar, ni el de King, ni el de ningún gran
hombre. Si acaso la pesadilla; aunque la verdad es que esto parece una
“revolución” dormida ante un pueblo más dormido, por ahora.
“Bolívar despierta cada cien años cuando
despierta el pueblo”, dijo Neruda. De allí se infiere que los pueblos, dejando
como niños de pecho a los osos, duermen cien años. Y la somnolencia, la aprovechan mesías, que
invariablemente terminan siendo falsos profetas.
Pero cuando se despiertan los pueblos, se
transforman en un Bolívar colectivo. Cada uno un pedacito de Bolívar.
LA
VISIÓN DEL LIBERTADOR
Bolívar fue, lógico, un hombre del siglo XIX. Por
eso, comencemos por aclarar que decir que era socialista, es un exabrupto tan
grande como plantear que Newton fue relativista, o Jesucristo partidario de la
unidad europea. Por favor… cada quien en su circunstancia.
Sin embargo, dejó una Visión para los siglos. En
ella destaca Independencia, Democracia,
e Integración latinoamericana. Lo demás, es tergiversarlo.
Cuando dijo Independencia,
Bolívar no planteó simbiosis con totalitarismos como el cubano. Los registros,
los militares, el petróleo, los puertos y paremos de contar, están en manos de Cuba.
Entonces los más gafos, Cabello dixit,
pensamos que nuestra soberanía está en entredicho con tamaña dictadura, a la
cual, aunque el Libertador no lo crea… mantenemos. Dicen los deslenguados que
al comunismo cubano le ha ido muy mal con la hoz; pero excelente con el
martillo.
También desvirtúan al Libertador cuando califican
de bolivariana, a esta democracia,
plena de ventajismo. Bolívar, seguramente no dijo democracia para ver un
árbitro chavista, unos poderes públicos licuados, un irrespeto jamás visto con
la oposición y la ciudadanía en general. Por allí se habla de un “Antimanual de
Carreño” que va publicar esta “revolución”, con prólogo del general del eructo.
Sólo la educación nos hará libres.
Y en cuanto a la Integración, cómo les explico. Nos salimos de la CAN, disminuyendo
un intercambio con Colombia de 7.000 millones de dólares anuales, a cerca de
1.000. O sea: desempleo, hambre, dependencia, etc. Y ahora la “revolución”, en
Mercosur, integra el hambre de los venezolanos con los productores de toda
América, quienes podrían corear al unísono: “ser rico es malo… para los
venezolanos”.
Lo que han integrado es la destrucción
agroindustrial de Venezuela, con el desiderátum de permanecer forever en el poder, verbigracia los
hermanos Castro.
Todo lo contrario de lo que pensaba Simón Bolívar. Definitivamente, ante tanta
desfachatez, el Libertador hubiera sido un “anti bolivariano” furibundo. Por
cierto, ¿qué pensaría el Libertador ante las fotos de la Asamblea, donde lo
colocan al mismo nivel de Chávez? Y usted, ¿qué piensa?
Yo creo que Bolívar se estuviera revolcando en su
tumba, si no se la hubieran jurungado tanto. Tal vez solo le quede latiguear a
los mercaderes del templo… de las ideologías.
8D…
A DESPERTAR, CADA UNO UN PEDAZO DE BOLÍVAR.
La unidad luce irrompible. Las encuestas nos dan
la mayoría. Con paciencia, nuestra arma
es el voto. Usémoslo.
Lo contrario es reverdecer las fatídicas
consecuencias de la abstención parlamentaria.
La fe mueve montañas; pero hay que votar, el 8D.
PD: Sugiero llamar al
comando de la oposición: Bolívar-
Bolívar.
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