El panorama energético mundial avanza hacia una transformación estructural sin precedentes. La transición energética exige la gestión simultánea de dos sistemas: la reducción progresiva del uso de combustibles fósiles y la expansión acelerada de energías limpias. Para 2025, la inversión global en energía alcanzará los 3,3 billones de dólares, impulsada por la electrificación, la descarbonización y los avances tecnológicos.
Tendencias claves en inversión energética:
Dominio de las energías limpias: Se espera que Se espera que 2,2 billones de dólares se destinen a energías renovables, nucleares, redes y almacenamiento, duplicando la inversión en fósiles.
Liderazgo de la energía solar: La inversión en solar alcanzará los 450 mil millones de dólares , consolidándose como el sector con mayor financiamiento.
Resurgimiento de la energía nuclear: La modernización de plantas y la adopción de reactores SMR incrementarán la inversión en nuclear en un 50% en cinco años .
Electrificación y eficiencia: Se prevé un crecimiento acelerado en vehículos eléctricos, redes inteligentes y modernización industrial , con inversiones superiores a 800 mil millones de dólares .
Retos en la transición energética:
Desafíos en redes eléctricas: La inversión anual de 400 mil millones de dólares sigue siendo insuficiente para sostener el ritmo de electrificación y expansión renovable.
Persistencia del carbón en Asia: China y la India continúan ampliando su capacidad de generación a carbón, con un incremento conjunto de 115 GW en 2024 , el más alto desde 2015.
Disminución en inversiones petroleras: La caída del 6% en inversión upstream en petróleo para 2025 refleja las expectativas de menor demanda global.
Expansión del gas natural y GNL: Se prevé un récord en proyectos de GNL entre 2026 y 2028, con grandes inversiones en EE.UU., Catar y Canadá.
El futuro de la energía al 2050
Las proyecciones indican un mundo más electrificado y menos contaminante. Para 2050 , se estima que el 67% del consumo mundial de energía provendrá de fuentes renovables, mientras que el 80% de la generación eléctrica será libre de emisiones de CO₂. La electrificación del transporte tendrá un papel clave, con el 50% del parque automotor funcionando con electricidad , desplazando 5 millones de barriles diarios de gasolina para 2026 .
La inversión en energía sigue evolucionando, impulsada por la necesidad de seguridad energética, innovación tecnológica y el compromiso global con la sostenibilidad. El éxito de la transición dependerá de la capacidad de los gobiernos e industrias para adaptar sus estrategias a un mundo en constante cambio.
El documento a continuacion, muestra el soporte de las conclusiones indicadas.

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