Por: Nelson Hernández
- Mejorar el índice de
seguridad energética requiere enfatizar en la diversificación de la
producción de energía y su consumo.
La AIE (Agencia Internacional de la Energía)
define la seguridad energética como "la
disponibilidad ininterrumpida de fuentes de energía a un precio asequible".
La seguridad energética tiene muchas dimensiones: la seguridad energética a
largo plazo se ocupa principalmente de inversiones oportunas para suministrar
energía de acuerdo con la evolución económica y las necesidades ambientales
sostenibles. La seguridad energética a corto plazo se centra en la capacidad
del sistema energético para reaccionar rápidamente a cambios repentinos dentro
del equilibrio entre la oferta y la demanda. Por lo tanto, la falta de
seguridad energética está ligada a los impactos económicos y sociales negativos
de la indisponibilidad física de la energía o de precios que no son
competitivos o son demasiado volátiles.
La mayor utilidad de
los números índices se obtiene cuando se utilizan para resumir en una sola
serie las fluctuaciones no de una sola variable, sino de un conjunto
de variables
relacionadas entre
sí. Surgen así los denominados “números índices complejos” o “índices
sintéticos” (Ver: Seguridad
Energética. Metodología de Calculo)
La grafica a
continuación, muestra la evolución de la seguridad energética del país en los
últimos 26 años, corroborando la crisis energética por la que atraviesa el país
como es la deficiencia en el servicio eléctrico y la falta de los combustibles líquidos.
El índice más bajo
ocurrió en el 2020 (efecto de la pandemia) con 728, ubicándose en la franja de
seguridad baja. A partir de ese año, el índice muestra una mejoría en su
conjunto, mas no así en todos los factores que lo integran. Es decir, la
mejoría aun no es trasladable en su totalidad a los usuarios energéticos.
Dentro de los factores que han mejorado
están: El PIB, mayor volumen de producción de energía y de productos
refinados para una menor población.
La grafica anterior
muestra para el año 2023, la participación por áreas[1] o
sectores que agrupan las variables macroeconómicas empleadas para la
determinación del índice.
La participación
ideal es aquella en la cual cada área participa con un 33 %. Es decir, está en
perfecto equilibrio, lo cual no es fácil de lograr, pero hay que intentarlo.
Para el 2023, la gerencia participo con un 15 %; la infraestructura con 39 % y
ambiente con 46 %. Como vemos, hay que hacer énfasis en la diversificación de
la producción de energía y su consumo para mejorar el índice de seguridad
energética.
Por otra parte,
también se muestra la comparación de las
áreas del índice 2023, con respecto al mejor valor de la serie estadística del
periodo analizado (25 años). El resultado es: el área gerencial esta a 75 % del
mejor valor, 96 % en el de infraestructura y 79 % en el área ambiente.
Como corolario podemos mencionar:
Si bien Venezuela posee un gran
potencial energético, su capacidad para aprovecharlo de manera sostenible y
segura se ve seriamente comprometido por la falta de inversión, la
obsolescencia y deterioro de la infraestructura, la mala gestión gerencial y el
impacto ambiental de la industria energética venezolana.
Para
incrementar la seguridad energética se requiere un esfuerzo conjunto y
sostenido del gobierno, el sector privado y la sociedad civil para:
- Incrementar la inversión en el sector
energético.
- Mejorar el mantenimiento de la
infraestructura.
- Fortalecer la transparencia y la rendición
de cuentas en la gestión energética.
- Promover la eficiencia energética y el uso
de fuentes de energía renovables.
- Mitigar el impacto ambiental en las
actividades energéticas.
- Establecer un marco legal y regulatorio que
incentive la inversión privada y la participación ciudadana.
Finalmente,
incrementar la seguridad energética en Venezuela es un objetivo complejo y a
largo plazo, pero es fundamental para el desarrollo sostenible del país y el
bienestar de su población, y el índice de seguridad energética es una
herramienta esencial para la toma de decisiones informadas sobre el futuro
energético de un país.
…. Sin un suministro confiable de
energía, un país no puede desarrollarse...
[1] En el área de Gerencia, se indica “Diversidad”,
y está referida al Índice de Herfindahl
Hirschman (HHI), el cual es una medida usada para determinar el nivel y los cambios de
concentración de un rubro en particular en función de sus componentes.