martes, 26 de marzo de 2013

TRISTE SITUACION DE PDVSA.




 Juan Fernández

El precio del petróleo no fue afectado por la desaparición física del personaje que durante 14 años repetidamente amenazó con contarle el suministro de petróleo a su principal cliente, los EEUU mientras en realidad se cuido de mantener esas exportaciones únicas que le proporcionaron los ingresos reales.

El que no haya ocurrido nada significativo indica la perdida de importancia relativa de Venezuela en el mundo petrolero, tal como lo hemos venido comentando. Venezuela que en el año 2000 representaba cerca de 3.2 millones de barriles diarios, hoy 2013 no pasa de los 2.4 millones de barriles diarios y su impacto en los dos mercados importantes para Venezuela  como son; los EEUU con 1 millón de barriles diarios de suministro y China con entregas del orden de 400 mil barriles diarios. Estos suministros  son marginales dentro de la oferta que tienen ambos países y el balance o el saldo que le queda a la producción venezolana se va en favores políticos y el mercado interno.

El mercado internacional conoce del continuo deterioro de industria petrolera venezolana, ya no es noticia que PDVSA sufre graves problemas operativos en sus áreas de producción, con un sistema de refinación local deficitario que la obliga a comprar combustibles para satisfacer el suministro al mercado interno y cumplir los compromisos con clientes, una deficiente ejecución de los proyectos de inversión para el desarrollo de la faja, dificultades financieras hasta el punto de sufrir la humillante suspensión de servicios por falta de pago (como acaba de anunciar Schulumberger, una de las primeras empresas del mundo de servicios petroleros) y ni siquiera puede ya otorgar garantías suficientes para desarrollar los proyectos de refinación en el exterior, caso de Brasil. El mercado da por descontado esa condición de PDVSA, y el evento de la desaparición física de Chávez no altera este cuadro.

El futuro se anuncia peor. Cada día aparecen dentro del continente americano competidores directos a la opción de inversión de petróleo y gas en Venezuela. Conocidos son los casos de los EEUU con el aumento de producción domestica, Brasil, Colombia, Canadá, y ahora inclusive México, donde el Presidente Peña Nieto tiene el compromiso de todas la fuerzas políticas para promover condiciones en donde la inversión privada tanto nacional como extranjera tendrá condiciones estables para el negocio petrolero. Otro caso significativo para Venezuela son las empresas rusas como ROSFNET y LUKOIL quienes dentro de su plan de inversiones obviamente favorecen el desarrollo en su país de los hidrocarburos, teniendo además una ventaja competitiva sobre Venezuela (si se atrevan a comentar sobre la falta d ejecución de PDVSA como es el caso de LUKOIL, PDVSA como respuesta le congela las inversiones), para clientes como China, que les interesa mucho mantener en su cartera. En consecuencia somos una opción cada vez menos importante en el portafolio de opciones del negocio y el mercado nos aprecia cada vez menos.

Hay una coincidencia de los analistas sobre la situación de deterioro de la industria petrolera venezolana y su efecto sobre la economía interna del país, dada la altísima dependencia del ingreso petróleo, el cual no llega para satisfacer el gasto publico implicando un déficit en el presupuesto nacional, tampoco las necesidades de divisas y es débil PDVSA para dar garantías para obtener fondos vía un aumento del endeudamiento del país. De todo esto se derivan por lo menos dos conclusiones; la primera es que los suministros políticos como el Acuerdo de Cooperación Integral con Cuba, PETROCARIBE, tendrán que ser revisados pues las necesidades internas así lo exigen, la regaladora de petróleo es insostenible. La segunda, es la expectativa que la crisis económica exija la aplicación de mas y mayores medidas de corrección, como ajustes cambiarios, impuestos, precios de los servicios públicos, inflación, escases, etc., y el mercado conociendo estos escenarios se anticipa y toma previsiones para estar preparado ante la eventual crisis social, por si hubiese algún efecto de suministro al mercado petrolero por parte de PDVSA.

Mucho se  habla del legado de Chávez, pero sin duda en el área petrolera, por el uso del petróleo para la política y no una política para el petróleo, el legado es un fracaso que pone en peligro al país. Para los Venezolanos, esta lección aprendida, en víspera de la posibilidad de cambio en la conducción del país, me lleva a citar este pensamiento de Confucio; “Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces entonces estás peor que antes”

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