Informe del Comité de Manufactura rechazó el criterio de que el accidente fue fortuito
El comité de Manufactura de Coener (un think thank sin
fines de lucro), que reúne a medio centenar de petroleros y en su
mayoría de refinación incluyendo varios gerentes del Centro de
Refinación de Paraguaná, exige más transparencia de aspectos
desconocidos del accidente de la refinería de Amuay. El más importante
cuestionamiento es que hace más de seis meses que se produjo el
accidente, y Petróleos de Venezuela no sabe o no quiere decir, dónde y
cuándo fue el origen de la explosión.
Según las normas y procedimientos de
Pdvsa, la empresa debe presentar a la junta directiva el informe de la
investigación y no lo ha hecho, y las autoridades energéticas dijeron
que abrirían “tres investigaciones por la explosión de la refinería de
Amuay, y ninguna ha trascendido”, afirma Coener. El informe del Comité
de Manufactura rechazó el criterio de Pdvsa, de que el accidente fue
fortuito, y la empresa tiene una importante cuota de responsabilidad en
el accidente por la mala práctica del negocio.
Situación de cuidado
Consideran la situación
actual de la refinación en el país, en los siguientes términos: Las
refinerías de Amuay y Cardón tienen una capacidad conjunta de 955.000
barriles diarios (Amuay destila 645.000 barriles diarios y 31% de
gasolinas y Cardón 310.000 barriles diarios y 38% de gasolinas) y están
trabajando al 60 por ciento de su capacidad nominal. Agrega el informe
que están gravemente afectadas las importantes unidades de conversión
media y profunda, donde se producen los componentes de alto octanaje
(gasolina).
Varias de las unidades de
hidrotratamiento y el complejo de lubricantes de Cardón están fuera de
servicio. La principal planta de destilación atmosférica de Amuay, la
número 5, cuya capacidad es de 185.000 barriles, aún no ha entrado en
servicio, debido a que su horno y otras instalaciones fueron afectados
por la explosión del 25 de agosto del 2012. Esta situación ha creado una
tendencia creciente de paradas no programada y en la injustificable
extensión de paradas programadas, que conjuntamente con otros accidentes
de la infraestructura refinadora de Pdvsa, revelan que el sector es
estructuralmente inestable y está peligrosamente vulnerable.
Coener recomienda a Pdvsa a cumplir con
todos los planes y programas de contingencia y seguir las normas y
procedimientos, para proteger todas las refinerías del país. Al margen
de la posición fijada por los expertos de Coener, hay comentarios,
opiniones y hasta rumores continuamente, que se justifican por la muerte
de 52 personas, 150 heridos y muchos desaparecidos, pero el origen de
la explosión sigue siendo un misterio. Un comisario policial diría “no
se ha detectado la escena del crimen, ni el arma del homicida”.
Al día siguiente de la explosión se
produjo un cierre informativo y a los trabajadores se les prohibió el
acceso a determinadas áreas de la planta y se les impide entrar con sus
celulares. La primera versión divulgada de la explosión fue que una de
las válvulas de las esferas de propano y butano, y con un viento a
favor, desde las esferas salió una masa de fuego hacia el área de la
planta junto a donde están situados los tanques de almacenamiento. Esa
masa de fuego arrasó el cuartel del destacamento 44 de la Guardia
Nacional y la urbanización Alí Primera.
La respuesta de Pdvsa fue muy frágil,
porque durante semanas previas a través de largos documentos, los
trabajadores exigían que se corrigieran las fallas de seguridad. Otra
opinión que circulaba que una explosión de vapor “boiling liquid
expansion” ocurrida en las esferas de GLP al no abrirse liberaron una
sobrepresión interna. También dijeron que la falta de mantenimiento a
las válvulas de alivio, o que era la corrosión de las paredes del
recipiente de la esfera.
Ya había antecedentes
Desde el 2003 los
medios de comunicación habían registrado previamente 79 accidentes
graves en Cardón y Amuay con saldos de 19 trabajadores muertos y 67
lesionados. La situación fue más preocupante a partir de diciembre de
2011 cuando se registró una parada de emergencia en la unidad de
coquización retardada, y casi de inmediato otra parada en una unidad
destiladora de Amuay. El 6 de diciembre de se paró también otra unidad
de coquización retardada de Cardón.
Desde el 3 de enero de 2012 en adelante
se produjeron paradas de la planta de craqueo catalítico de El Palito,
el día 6 de ese mes se registró una explosión del reformador de Cardón.
El mantenimiento del “crack” de Amuay fue diferido para el 8 de enero.
En algunas ocasiones han estado
paralizadas 2 y 3 refinerías y eso explica que ha sido necesario
importar gasolina terminada, y con más frecuencia importación de
“componentes” que para los efectos económicos, no hay gran diferencias
de precios a los de la gasolina terminada.
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