Rafael Gallegos
Viene
el lobo, viene el lobo, dijimos por años. Y ahora, ¿quién lo duda?, llegó. El
lobo rojo está cómodamente instalado en la poltrona más sabrosa de la sala de
su casa. Déjese de inocentadas y no lo confunda por su rojo rojito con la
caperucita, y menos con el mismísimo San Nicolás. El lobo del comunismo llegó.
Y créame, no hay lobo bueno.
Venezuela
se puede convertir en el primer país comunista por elección popular. Qué
vergüenza.
La
primera fase del comunismo es la destrucción de todo lo existente. Una plana
que han seguido todos los comunismos que en el mundo han sido.
Como
el ruso, que comenzó asesinando a tiros
al zar y su familia, y con un Lenin, que
por cierto a punta de exprópiese, acabó
con la propiedad privada y también arrasó
con la libertad. Mediante la excusa de destruir al capitalismo, destruyeron a
Rusia. Oprimieron al pueblo ruso y tuvieron el tupé de bautizar ese
totalitarismo con el nombre de dictadura del proletariado. O sea, acabaron con
el pueblo en el nombre del pueblo.
El
comunismo cubano ha sido igual. Con la misma excusa de destruir al capitalismo,
destruyeron a Cuba. Para lograr la soberanía alimentaria, otra coincidencia
más, destruyeron las haciendas… y se quedaron sin comida. Le juraron al pueblo
cubano que iban a llegar a 10 millones de toneladas de azúcar y cincuenta años
después, van por… una. Fusilaron (asesinaron) miles de cubanos en nombre de la
revolución, llenaron las cárceles de disidentes y acabaron con la libertad de
expresión. Y pensar que ese es el modelo
que nos quieren vender.
Por
cierto, toda la admiración del mundo a la bloguera cubana J. Sánchez, en su
valentía habita la esencia del pueblo cubano.
Luego,
la revolución cubana le cambió a los rusos, soberanía por comida. Se dieron
cuenta de su error, encontraron a
Venezuela que les da dólares, comida, petróleo y soberanía, no sabemos a
cambio de qué. Todos los días sale un país bobo a la calle y el que lo agarre
es de él- cuentan que dijo Fidel.
El
modelo venezolano hacia el comunismo también comenzó destruyendo. La
producción, las instituciones, la clase media, las carreteras, los hospitales…
la democracia. Un plan de destrucción nacional. Destruyen el futuro del pueblo
en el nombre del pueblo.
Hoy,
a esa destrucción la llaman desabaratamiento. Por ello quieren desbaratar las
gobernaciones y las alcaldías. “El mejor gobernador será el que más desbarate
la gobernación” dijo un filósofo de esta “revolución”. Algo así como si un
carnicero les dijera a los empleados que el mejor carnicero será el que mejor
desbarate la carnicería. Bajo esa óptica, no dudo que Chávez es el mejor
presidente que ha tenido Venezuela. Nadie, y no lo dude, ha desbaratado tanto a
Venezuela como él. Ni la Guerra Federal, dicen los deslenguados.
No
se quede como un bobo viendo al lobo. Imite a la Caperucita y busque a un
leñador, o tópese con él… porque ya se tragó a la abuelita.
MURO DE CONTENCIÓN
Nuestro
leñador es la unidad, la estrategia y las pilas y el guáramo, que son nuestras primeras
necesidades.
Para
rescatar a Venezuela tenemos que formar un muro de contención.
Como el de Berlín, pero un muro de la
Libertad. O como la muralla china, para protegernos de tanta barbarie que nos
amenaza.
Y
las piedras de ese muro deben ser nuestras acciones en cada etapa.
En
esta etapa corresponde votar masivamente
el 16 D. Dejar de darnos lástima y salir a defender nuestros gobernadores
democráticos. Podemos ganar en todo el
eje norte y en Bolívar y en los andes. Y
así, damos un durísimo golpe a las intenciones comunistas.
La
siguiente etapa es la elección del nuevo CNE en abril del 2013. No pueden escoger a los rectores sin los
votos de los diputados democráticos, o sea…
Luego,
hay que prepararse para algún imprevisto. En política no hay nada escrito. La
enfermedad del Presidente, seguirá jugando mientras habite el reino de la
incertidumbre.
La
defensa de Venezuela sigue en pie. Perdimos las elecciones y hasta lloramos;
pero con lágrimas que copulan la tierra y se transforman en lucha. Hay que
decir y hacer como el afiebrado y
hambriento Bolívar de Pativilca: triunfar… y a la larga, triunfó.
Somos
el muro de contención que impide que el comunismo haga tierra arrasada como en Cuba,
Corea del Norte o Camboya.
Pilas
y guáramo son nuestras primeras necesidades. Si llegó el lobo, eso es problema
de él. Nosotros, no somos ovejas.
PD: Gracias
a todos lo que nos expresaron su cariño y solidaridad en los difíciles momentos
de la muerte de mi mamá.
Amantísima
madre y luchadora insigne. Vivió con mi padre el exilio perejimenista y conmigo,
este incilio chavista.
Siempre
estará en nosotros.
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