Inviabilidad electroenergética

José Aguilar 

Los enfoques politiqueros son una traición a los trabajadores eléctricos, quienes debieran exigir un nuevo liderazgo

Hace 15 días pasaron desapercibidos 124 años de historia eléctrica. En ocho días tendremos dos años más con apagones que atropellan al pueblo, esto se debe a la dedocracia del gobernante. Dios permita que esto no pase desapercibido, ya que al permitir la sociedad el ocultamiento y adulteración de los datos reales del sector eléctrico, es abusada, multada y vilmente culpada de la debacle energética, sentando la inviabilidad y escudándola para mantenerla.

La inviabilidad del sector energético tiene varias caras. Veamos:
Inviabilidad comercial. Pobre recaudación. Lo recaudado: Bs. 620 MM mensuales solo da para 40 por ciento de la abultada nómina laboral; el 25 por ciento de la recaudación es por robar a los que pagan electricidad por multas ilegales montadas con datos adulterados.

Inviabilidad laboral. Dos bandos laborales se matan a cuchillo con beneplácito de la revolución, resteados ambos con el patrono. La cúpula ha sido encubridora de la tragedia eléctrica; ahora, con gran hipocresía, al ver su cuota de poder amenazada, protesta. Los enfoques politiqueros son una traición a los trabajadores eléctricos, quienes debieran exigir un nuevo liderazgo enfocado en un contrato viable y realista. Esa cúpula “come muy bien”; tan bien come, que son los “sindicalistas mejores pagados del mundo”. ¡Vaya capitalismo en socialismo!

Inviabilidad energética. Nos hemos convertido en importadores de combustibles para un parque térmico mal concebido, que produce el 34 por ciento de la energía y requiere 80 MM de barriles equivalentes de petróleo, que nos cuestan Bs. dos mil 400 MM mensuales; aun recaudando todo lo posible, con las bajas tarifas eléctricas no alcanzaría. A fuerza de multas no lo arreglaremos.

Corpoelec está quebrada: Necesita Bs. cuatro mil 200 MM mensuales para cumplir con sus obligaciones. La brecha: Bs. tres mil 580 MM mensuales. No es que el país está sin luz, sino que la oposición política no ha sabido abrirles los ojos a más de ocho millones de compatriotas engañados por la maquinaria mediática de la dedocracia revolucionaria. En sus manos siempre estará corregir esta atrocidad.