sábado, 23 de enero de 2010

Empleados públicos, democracia y gobernabilidad.

Gustavo Coronel


No es fácil lograr estadísticas recientes sobre el número de empleados públicos en cada país. He pasado algunas horas navegando por Internet y he logrado obtener algunos resultados más o menos confiables.

Venezuela ya tiene 2.450.000 empleados públicos, España unos 2.500.000 empleados públicos; los Estados Unidos alrededor de 2.200.000 empleados públicos, Colombia un poco más de 1.000.000 empleados públicos (cifra a ser comprobada) y Argentina unos 2.000.000 de empleados públicos. Esto quiere decir que, en relación con su población total, Venezuela tiene uno de cada diez habitantes trabajando para el gobierno. En España y Argentina uno de cada veinte habitantes trabaja para el gobierno. En Colombia la relación parece ser de uno por cada 50 habitantes y en USA es de uno por cada 120 habitantes.

Aunque no sea posible establecer una relación estadisticamente significativa sobre la base de tan pocos puntos de control es interesante ver que el número de habitantes de un país que trabajan para el gobierno parece ser inversamente proporcional a la calidad de la democracia y de la gobernabilidad en ese país. El menor número de empleados públicos en relación a la población está en USA, el país donde la democracia y la gobernabilidad son mayores. El mayor número de empleados públicos en relación con la población está en Venezuela, donde la democracia y la gobernabilidad son menores. Los estados intermedios de España, Argentina y Colombia esencialmente concuerdan con esta relación empírica. Sería interesante explorar esta relación en mayor detalle.

El caso de Venezuela es doblemente interesante porque el régimen político autoritario imperante, dotado de grandes recursos financieros provenientes del petróleo, parece contar con uno de cada diez habitantes en la nómina de pago estatal. Si estimamos que cada empleado público tiene una familia de tres a cuatro miembros, ello quiere decir que aproximadamente un 40-50 por ciento de la población venezolana depende directamente del estado para su sobrevivencia. En el marco político autoritario, abusivo, del régimen actual, es sencillo advertir el por qué las elecciones no son fáciles de ganar para la oposición venezolana. No solo el componente electoral está profundamente deformado por esta situación sino que la calidad de la gobernabilidad se ha venido abajo porque el régimen no tiene incentivo alguno para “seducir” al electorado con obras y realizaciones. Simplemente, los tiene comprados.

Esta es una hipótesis de trabajo que bien valdría la pena de verificar con una investigación más detallada a cargo de la UCAB? UCV? Metropolitana? IESA?

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