viernes, 22 de enero de 2010

¿BOLÍVAR FUERTE CON ECONOMÍA DÉBIL?

Rafael Gallegos


Producir no es cuestión de héroes enemigos del imperio vs. villanos capitalistas. Más bien comprende estrategias, confianza, leyes, diálogo, inversiones, políticas monetarias y fiscales. Ah! y a la aplicación de una lógica donde la fortaleza de la moneda es una consecuencia del estado de la economía y no al revés. No se puede pretender hacer de Venezuela una potencia con apagones, cortes de agua, moneda devaluada, empresas básicas de Guayana y petroleras minimizadas, bajas en la producción industrial y agrícola, inseguridad, incremento del déficit de vivienda y salud. Sería equivalente a un Rambo de goma, que se desinflaría al primer pinchazo. La producción agrícola e industrial no es una película policías y ladrones, donde los del gobierno son los buenos que salen a cazar malévolos empresarios remarcadores, acaparadores y que sólo están pendientes, cual Rico Mc Pato, de contar el dinero que le esquilman a los clientes, de paso explotando a sus trabajadores. Esa visión es infantil, porque ignora la dinámica elemental de la economía y además peligrosa, porque conlleva a la escasez, la inflación, el cierre de empresas, el desempleo y todo lo que estamos viviendo los venezolanos. La producción es una cuestión de cadenas. No de las que usted está pensando, que si fuera por esas ya seríamos una potencia más poderosa que el mismísimo imperio. Se trata de cadenas de producción. Aquello de hágase la luz y la luz fue hecha sólo le funcionó a Dios en la Biblia… a los mortales nos corresponde gerenciar.


Por ejemplo, no podemos convalidar la creencia de que una mata de coco y una playa bonita son turismo. Para desarrollar el turismo hay que gerenciar. Construir hoteles y estos requieren inversionistas que exigen, para proceder, leyes y seguridad. Y para que al hotel no se le vaya la luz a cada rato, es imperativo desarrollar la infraestructura necesaria, alguna planta, o la distribución desde el Gurí u otra represa. Para que el agua sea abundante y limpia debe previamente garantizarse su fuente y tratamiento. Para que el turista pueda decir que la comida es deliciosa, debe garantizarse comercio de alimentos, o siembra y pesca. Y para que éste llegue fácil al hotel, es necesario que haya autopistas o aeropuertos. El turista satisfecho pasa por planes estratégicos de infraestructura, por formar mesoneros, electricistas, limpiadores, plomeros, recepcionistas, botones y bármanes entre otros, en la población sede del hotel. Sin descuidar un detalle, para lograr que el turista se vaya contento… y regrese. Ah! y los precios deben ser competitivos. Así, sin héroes ni bandidos, los habitantes de ese pueblo trabajarían, producirían y serían felices.


Todo lo contrario de lo que hace este gobierno. Ha llenado a las empresas del estado de héroes, cooperativas, camisas rojas, uh! ah!, creciente burocracia, exclusión de técnicos y profesionales por razones políticas y de empresas que conocen de tecnologías porque son del imperio, e inclusión de otras, porque son de países panas, aunque no tengan ni idea del negocio. El resultado: menos luz, menos petróleo, menos hierro, menos aluminio, menos agua, menos viviendas, menos salud.


En las empresas privadas, la receta para “producir” ha sido invasiones, expropiaciones, amenazas, insultos. El resultado: desinversión, cuatro mil empresas menos (de 11.000 a 7.000), 10 % menos de producción industrial y 30% menos de agrícola en el 2009. Y con estos cortes de luz y agua, ¿qué proyección se puede hacer para el 2010?


Un país en estas condiciones no puede tener una moneda fuerte. Claro que había que devaluar, si no, ¿ cómo pagarle a los contratistas y a los empleados públicos?, ya PDVSA, que a duras penas produce un poco más de dos millones de barriles cuando debería producir más de cinco, no da los dólares necesarios para que tanta violación a las leyes de la economía no tengan consecuencias inmediatas. Y la devaluación haría que exportáramos más… si tuviéramos empresas sólidas. La verdad es que a punta de empresas socialistas no se ha desarrollado ningún país, al contrario, ahí está por ejemplo, Cuba, que si fuera exitosa su hombre nuevo no retaría a tanto tiburón del “mar de la felicidad” para llegar a las costas del imperio. Y por supuesto que si se importa más caro, habrá inflación, ¿40 % este año?, a la larga desempleo y de seguir ese camino, más devaluación. Esta película, ya la vimos los venezolanos.


Si no se asume la economía en serio, seguirá la decadencia del país. ¿Y qué es seriedad?: estrategia, inversiones, confianza, empresas productivas, cadenas económicas, diálogo, meritocracia, agro, industrialización competitiva, políticas sociales sustentables, hospitales que funcionen. O sea, capitalismo eficiente, como el de Chile, Costa Rica, Canadá, Estados Unidos, Suecia, etc. Futura potencia solicita política económica para producir.


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