jueves, 30 de julio de 2015

El papa Francisco condena a la Faja del Orinoco a vestir santos


El papa Francisco condena a la Faja del Orinoco a vestir santos




En su reciente y controversial encíclica Laudato Si,  el Papa Francisco habla del problema ambiental y dice lo siguiente:
Sabemos que la tecnología basada en combustibles fósiles muy contaminantes –sobre todo el carbón, pero aun el petróleo y, en menor medida, el gas  necesita ser reemplazada progresivamente y sin demora. Mientras no haya un amplio desarrollo de energías renovables, que debería estar ya en marcha, es legítimo optar por lo menos malo o acudir a soluciones transitorias…..En este sentido se puede decir que, mientras la humanidad del período post-industrial quizás sea recordada como una de las más irresponsables de la historia, es de esperar que la humanidad de comienzos del siglo XXI pueda ser recordada por haber asumido con generosidad sus graves responsabilidades
Se refiere el Papa Francisco a lo que ya se ha establecido con suficiente grado de certeza: que las emisiones de carbono incrementan la temperatura del planeta y amenazan con cambiar la temperatura global. En realidad, ya lo estamos comprobando, con la manera como se han agudizado los fenómenos atmosféricos en los pasados 10-15 años. Ya nadie duda de que estamos en una onda peligrosa de cambio ambiental.
En Venezuela la emisión de carbono per cápita es muy parecida a la de China, entre seis y siete toneladas por habitante por año, en buena parte debido a la producción de petróleo muy pesado de la Faja del Orinoco. Sin duda, una de las zonas de producción de petróleo muy contaminante a la cual se refiere el Papa Francisco es la Faja del Orinoco. En paralelo, los científicos postulan que para mantener el incremento de la temperatura global promedio por debajo de los dos grados centígrados, será necesario dejar en el subsuelo, sin producir, un gran porcentaje de los depósitos de petróleo pesado, así como los de carbón que se encuentran en el planeta.  Entre los prominentes candidatos a permanecer sin desarrollo por razones ambientales está la Faja, con sus miles de millones de barriles recuperables.
Querámoslo o no este planteamiento de rango global impone limitaciones a lo que el país desearía hacer. El régimen actual habla de producir 4 millones de barriles diarios de petróleo en la faja para 2019. En un extraordinario informe que puede leerse en el link:  https://app.box.com/s/gbs0s05f5qs99how903kou0nf86dn7t9 el ingeniero Nelson Hernández nos dice, y documenta más allá de toda duda, que tal propósito es prácticamente imposible de cumplir. Razones?  No hay dinero, no hay gerencia, no hay logística, no hay planificación, no hay gas para la hidrogenación del petróleo pesado. No hay, no hay… La meta de los 4 millones de barriles diarios para 2019 que publica PDVSA es ciencia ficción.  
La limitación de naturaleza ambiental mencionada por el Papa, un asunto de la mayor gravedad a nivel mundial, le impone otro obstáculo formidable al desarrollo de la Faja. Para drenar eficientemente las reservas de petróleo pesado de la Faja, dice Nelson Hernández, se requeriría establecer una producción de 28 millones de barriles diarios, dentro de la ventana de oportunidad de 25 años que parece darnos la velocidad a la cual se desarrollan fuentes energéticas alternas más limpias. Pero supongamos que tenemos, no 25 años sino 50 años de tiempo para la Faja. Entonces, tendríamos que producir desde hoy unos 14 millones de barriles diarios, a fin de llegar a recuperar el petróleo allí contenido. Esos volúmenes de petróleo pesado son impensables en la situación actual de los  sectores energético y ambiental del planeta.
Desde el punto de vista financiero, técnico y gerencial no podemos llegar a 4 millones de barriles diarios en 2019. Entonces a quien se le ocurre que podríamos llegar mañana a 14 millones de barriles diarios? La Agencia Internacional de Energía predice que para 2035 Venezuela estará produciendo….. 3,5 millones de barriles diarios!
 Evidentemente el nuevo gobierno de Venezuela, se requiere que el actual se vaya ya, tendrá que rediseñar radicalmente sus prioridades futuras, su manera de vivir, porque la Faja, nos dicen Francisco y los científicos, está condenada a quedarse con los crespos hechos. Tengo algún tiempo diciendo que la Faja del Orinoco es como Florinda, la del poema de Andrés Eloy Blanco. Deshojó la margarita en materia de amor por demasiado tiempo, le dijo a los pretendientes que siguieran esperando, hasta que la sorprendió el otoño , ya marchita.  
Hoy la Faja Florinda lo que tiene a su lado son unos pobres diablos sin atractivo, quienes hablan incesantemente de matrimonio pero sin ningún propósito de hacerlo porque ven que el suegro es un tirano arbitrario y codicioso que piensa que su hija Florinda es la mujer más bella del mundo.

Y ahora el Papa ha dicho que Florinda, entre otras pechugonas energéticas del planeta, debe quedarse para vestir santos.

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