lunes, 18 de noviembre de 2013

DESTRUYE Y REINARÁS

Rafael Gallegos                                           


El  “divide y reinarás” de Nicolás Maquiavelo, quedó para los muchachos. El totalitarismo latinoamericano, cuya figura cimera es – no lo dude-  Fidel Castro, ha aplicado el principio de “destruye y reinarás”. Y les dio resultado. Destruyeron a Cuba… y se han mantenido más de 50 años en el poder. Y ahora, han venido a buscar la copia en Venezuela, bajo la edulcorada denominación de socialismo  del siglo XXI.

¿Quedará algo?, habrá que preguntar al observar la destrucción nacional. Destrucción estratégica para permanecer forever en el poder. ¿Quedará algo?, repreguntamos ante este marabuntismo leninismo, con el perdón de las marabuntas.

Destruyeron, por ahora, la imagen del Libertador. ¿A quién se le ocurre que Bolívar, un típico liberal del s XIX, pudo haber sido socialista? O peor, que un demócrata a carta cabal, podría estar de acuerdo con una sub democracia como la que padecemos, con poderes públicos licuados (jugo, zumo, hugo) y en medio de un gigantesco irrespeto a los opositores. ¿Ustedes creen que Bolívar, estaría de acuerdo con entregar la soberanía a otro país? Recordemos que el peor pecado que puede cometer un patriota es querer a otro país más que al suyo. Y contimás… entregarlo. Destruido y minimizado, ¿O no es minimizar al Libertador esa perenne igualación con Chávez? Porque si a ver vamos…

Destruyeron, a la empresa emblemática del país: PDVSA. Producción en barrena, accidentes fatales, burocracia, politización. Transformaron una empresa petrolera de contenido social, en una empresa social de contenido petrolero. Además, con la obligación de ser rojos rojitos, la convirtieron en un emblema del fascismo empresarial.

Destruyeron, a las empresas básicas de Guayana. Hierro, bauxita, alúmina, aluminio, etc. Casi todas trabajan a baja producción, altos costos y pérdida. Un milagro… de improductividad.

Con el exprópiese – confísquese-, las invasiones, los insultos a los empresarios, los controles de costos, el control de divisas y un largo etcétera, han diseñado un Antimanual de producción, que dicen las deslenguados, sería la envidia de Julio Cortázar.

Podríamos continuar con la destrucción de la infraestructura, la educación, la salud, la prensa… el país. Las cifras son contundentes.

POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS

Esta destrucción estratégica ha generado lamentables resultados. La inflación es la más alta de América Latina, doblamos al segundo país,  Argentina. La escasez, un  record de más de 20%: leche, azúcar, aceite, papel higiénico y paremos de contar. Papá, ¿es verdad que en los supermercados de los países que no tienen petróleo, los anaqueles están llenos?, oí que preguntaba un niño en una tienda.

La velocidad de la devaluación, crece de una manera directamente proporcional a los controles y de una manera inversamente proporcional a la capacidad gerencial del gobierno. Y como los borbones, ni olvidan ni aprenden.

 De la violencia, ni hablar. Records latinoamericanos. La “revolución”, con su vuelo de águila que no caza moscas, da la impresión de no preocuparse tanto de la violencia en tierra: atracos, asesinatos, secuestros.

Pero como tenemos patria, aunque usted no lo crea colocarán antimisiles en los cerros llenos de pobreza… para proteger a los pobres ¡ de las agresiones del imperio! Y después se nos ocurre llamar a la literatura del García Márquez, Realismo Mágico. Cosas veredes Sancho.

En lugar de Guerra Económica, lo que hay es una Economía de Guerra. Por cierto, conocida en el mundo político con el mote de comunismo.

Y lo que faltaba, ahora colocan la guinda del helado con el control de precios a los televisores, las neveras, los repuestos, a todo lo que exista. ¿Por qué  esos “controles” deben poner a los comerciantes en la picota, convertirse en un acto “heroico” del gobierno y generar violencia?

¿Será para terminar de acabar con el país para comerte mejor, como el lobo de la caperucita? Cuidado pues, que la violencia se sabe dónde comienza; pero no dónde termina.
¿O lo harán para superar su bajón  (saben que el escualidismo se mudó de bando) en las encuestas?, como si al pueblo lo pudieran seguir engañando con las mismas mentiras durante tantos años. Cuidado pues, que ya la gente los conoce y no les cree.

EL DÍA 8D

La oposición debe tener su Día D, el 8 de diciembre. Su Desembarco de Normandía. Provocar el punto de inflexión. El voto, con todos los defectos del CNE, es la única arma del pueblo. Y créalo, ya somos mayoría. La lucha ha resultado larga. Nadie dijo que era corta y de paso, no la inventamos nosotros.

Lo inteligente es votar. Pliéguese al futuro democrático. A  pesar de los esfuerzos, el espíritu democrático de los venezolanos, no ha podido ser  destruido por esta “revolución”. Utilicémoslo pues.

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