domingo, 22 de septiembre de 2013

VENEZUELA “INCOMPETITIVA”

Rafael Gallegos                                                          

-      Se dice incompetente -  me corregirán, con toda la razón, los lectores. Pero no me negarán que “incompetitiva” suena mejor  que incompetente, para describir este marasmo de la productividad,  que padecemos en Venezuela. Además, si al más alto nivel hablan de millonas y de mitades más grandes, “incompetitiva”, créamelo,  podría ser una nueva palabra en el diccionario de desfachateces de esta “revolución”.
“Revolución” que nos ha llevado a los lichers de los ranqueos mundiales de competitividad. Lo que queda de nuestras empresas, es cada vez menos capaz de interactuar exitosamente en el mercado. Competimos al mismo nivel que países pobres, sin recursos ni tradición democrática, como Haití, Uganda, o Mozambique. Qué vergüenza. Y encima, se jactan. ¿Para eso ha servido el petróleo?
La “revolución” actúa como si esquilmando el petróleo y desbaratando las instituciones, se puede desarrollar un país. La verdad es que sería un verdadero milagro. Y los llamados  “milagros” económicos, no existen. El “milagro” japonés, por ejemplo, no fue tal. Sino el resultado de una Visión de País, basada en estrategias de competitividad, en simbiosis con novedosos sistemas gerenciales.  Un  coctel de desarrollo que los más simplistas... llamaron “milagro” japonés. 
La competitividad de los países no se puede desarrollar con decretos demagógicos, ni acciones populistas como el “rescate” de empresas, para transmutarlas de emporios a ruinas; “invasiones” de haciendas productivas; expropiaciones confiscatorias y sin norte; frases cursis y vacías como  “tenemos patria”, “ser rico es malo” o “con hambre y sin empleo con Chávez me resteo”; insultos a la “derecha apátrida”, a los “asesinos”, a los “lacayos del imperio”; listas excluyentes  y fascistas como la tascón. Tanto barro, nos ha conducido a este lodazal tan complejo, tierra movediza, donde se hunde la patria.
La competividad de los países es una estrategia que abarca, empresas de calidad; instituciones públicas fuertes e independientes; moderna infraestructura; leyes que le den seguridad a los productores; innovación; valores; instrucción orientada a las necesidades de producción.
Todo lo contrario de lo que hace este gobierno. Por ello, nos hemos convertido en uno de los países más incompetentes del mundo. Ahogados en petróleo.
TRIPLECORONADOS   
Este  modelo socialista bolivariano, nos ha llevado a optar por una vergonzosa triple corona. Nada que ver con el liderazgo de jonrones, carreras empujadas   y promedio de bateo, que nos hacen sentir tan orgullosos de nuestro paisano   Miguel Cabrera. 
Inflación, escasez y devaluación de la moneda. En los tres parámetros, Venezuela es firme candidata a encabezar las listas a nivel mundial. Como Cabrera, en el 2013, tenemos asegurados dos de los tres renglones. Y en inflación, “peleamos” el primer lugar con dos países panas: Irán y Siria. Y eso significa, no lo dude,  hambre. 
Hoy hay en Venezuela menos de empresas que hace quince años, o sea… menos empleos y menos producción. Es la consecuencia de los autoritarios “exprópiese”, ordenados desde Cuba y de la salida de la Comunidad Andina, que acabó el intercambio con Colombia.
Somos importadores de casi todo lo que comemos. Las industrias petrolera y básicas de Guayana, son unas caricaturas del pasado. Cuando los demagogos, nos repitan “pero tenemos patria”, echemos un vistazo a los  crecientes ranchos de Caracas, preñados de  hambre, violencia y de juventud sin futuro.
¿QUÉ HACER?
 No hay países prósperos sin empresas prósperas. Suiza, Estados Unidos, Suecia, Indonesia, Japón, Holanda, y un largo etcétera que constituyen las naciones más competitivas del mundo y por lo tanto las de mayor calidad de vida.
Contrariamente, el modelo socialista que nos gobierna, se parece más a Cuba, Corea del Norte, Camboya, Bielorrusia; todos fracasados y autoritarios. Ni prójimo de la calidad de vida que muestran los países competitivos, demócratas y   capitalistas que hemos mencionado.
El modelo comunista es, no lo dude, hambre y represión. ¿Es esto lo que usted quiere para Venezuela? Nos han hundido en el excremento del diablo. Como decía mi inolvidable padre, en lugar de pedir votos, deberían pedir perdón. Y no será suficiente.

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