domingo, 25 de agosto de 2013

DEL SUEÑO DE BOLÍVAR, A LA “REVOLUCIÓN” CON SUEÑO

Rafael Gallegos                                                          



 Han tergiversado la historia para tratar de justificar esta “bolivariana” tan disparatada. Intentando tapar el sol con un dedo, derribaron las estatuas de Colón e ignoraron sus efemérides, como si con ello lograran que los indígenas hubieran descubierto Europa. Desinflaron a Páez, e inflaron a Zamora, disimulando inútilmente su gran parecido a Boves, con su patria botín, la exaltación del resentimiento y el señuelo de una falsa democracia. Han intentado hundir la figura de Betancourt, para desprestigiar a la con todos sus defectos,  excepcional república civil surgida del Pacto de Punto Fijo.

En su complejo de Adán, de descubridores del agua tibia, nos venden que el intento de golpe de golpe del 4F contra la democracia venezolana, equivale a  la Batalla de Carabobo, o por lo menos a un 23 de Enero. Quieren que creamos  que Chávez era hijo de Bolívar, hermano de Fidel,  y primo del Che, del estatuado Marulanda, de Mugabe, de Kadafi. Como diría Rimbaud, hay cada hijo de familia.

Y seguramente están buscando un heredero con quien comparar a Maduro. Los deslenguados dicen que escogen entre Raúl, heredero de Fidel; Stalin, heredero de Lenin; Baby Doc, heredero de su padre; la familia Kim…

Pero lo más grave de estos adanes sin paraíso, es la distorsión de la figura del Libertador. Casi que equivale a que hubieran traducido mal el famoso discurso de Martin Luther King: “yo tengo un sueño”, e interpretado: “yo tengo sueño”.

Y así parece, porque lo que sucede en Venezuela hoy no puede ser ni el sueño de Bolívar, ni el de King, ni el de ningún gran hombre. Si acaso la pesadilla; aunque la verdad es que esto parece una “revolución” dormida ante un pueblo más dormido, por ahora.

“Bolívar despierta cada cien años cuando despierta el pueblo”, dijo Neruda. De allí se infiere que los pueblos, dejando como niños de pecho a los osos, duermen cien años. Y la  somnolencia, la aprovechan mesías, que invariablemente terminan siendo falsos profetas.

Pero cuando se despiertan los pueblos, se transforman en un Bolívar colectivo. Cada uno un pedacito de Bolívar.

LA VISIÓN DEL LIBERTADOR

Bolívar fue, lógico, un hombre del siglo XIX. Por eso, comencemos por aclarar que decir que era socialista, es un exabrupto tan grande como plantear que Newton fue relativista, o Jesucristo partidario de la unidad europea. Por favor… cada quien en su circunstancia.

Sin embargo, dejó una Visión para los siglos. En ella destaca Independencia, Democracia, e Integración latinoamericana. Lo demás, es tergiversarlo.

Cuando dijo Independencia, Bolívar no planteó simbiosis con totalitarismos como el cubano. Los registros, los militares, el petróleo, los puertos y paremos de contar, están en manos de Cuba.  Entonces los más gafos, Cabello dixit, pensamos que nuestra soberanía está en entredicho con tamaña dictadura, a la cual, aunque el Libertador no lo crea… mantenemos. Dicen los deslenguados que al comunismo cubano le ha ido muy mal con la hoz; pero excelente con el martillo.

También desvirtúan al Libertador cuando califican de bolivariana, a  esta  democracia, plena de ventajismo. Bolívar, seguramente no dijo democracia para ver un árbitro chavista, unos poderes públicos licuados, un irrespeto jamás visto con la oposición y la ciudadanía en general. Por allí se habla de un “Antimanual de Carreño” que va publicar esta “revolución”, con prólogo del general del eructo. Sólo la educación nos hará libres.

Y en cuanto a la Integración, cómo les explico. Nos salimos de la CAN, disminuyendo un intercambio con Colombia de 7.000 millones de dólares anuales, a cerca de 1.000. O sea: desempleo, hambre, dependencia, etc. Y ahora la “revolución”, en Mercosur, integra el hambre de los venezolanos con los productores de toda América, quienes podrían corear al unísono: “ser rico es malo… para los venezolanos”.

Lo que han integrado es la destrucción agroindustrial de Venezuela, con el desiderátum de permanecer forever en el poder, verbigracia los hermanos Castro.

Todo lo contrario de lo que pensaba  Simón Bolívar. Definitivamente, ante tanta desfachatez, el Libertador hubiera sido un “anti bolivariano” furibundo. Por cierto, ¿qué pensaría el Libertador ante las fotos de la Asamblea, donde lo colocan al mismo nivel de Chávez? Y usted, ¿qué piensa?

Yo creo que Bolívar se estuviera revolcando en su tumba, si no se la hubieran jurungado tanto. Tal vez solo le quede latiguear a los mercaderes del templo… de las ideologías.

8D… A DESPERTAR, CADA UNO UN PEDAZO DE BOLÍVAR.

La unidad luce irrompible. Las encuestas nos dan la mayoría. Con paciencia, nuestra arma es el voto. Usémoslo.

Lo contrario es reverdecer las fatídicas consecuencias de la abstención parlamentaria.

La fe mueve montañas; pero hay que votar, el 8D.

PD: Sugiero llamar al comando de la oposición: Bolívar- Bolívar.

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