martes, 26 de marzo de 2013

UN RIQUITO LLAMADO BOLÍVAR

Rafael Gallegos                                                                                        

El niño Simón era, tal vez, el niño  más rico de Caracas. Parafraseando a Maduro, era todo un “riquito”. Y además, tenía lo que laman pedigrí. Era la séptima generación de los Bolívar en América. Una estirpe por demás oligarca.
Bolívar y Palacios y Blanco. Ese sí que era el niño de los apellidos.
Y casi que fue noble. Su padre había insistido infructuosamente en que les otorgaran el título de Vizconde de Cocorote. ¿Qué hubieran dicho los “revolucionarios” si a Venezuela la hubiera libertado un Vizconde?
Y no es nada, que sus genes le daban para nacer con los ojos azules y catirito, tal como su hermana Juana, o su  hermano mayor Juan Vicente. Pura oligarquía, de la más rancia.
Estudió con los mejores maestros. El Padre Andújar, Andrés Bello, Simón Rodríguez. Clases particulares. Luego, fue a la escuela de Don Simón. De no tener el futuro Libertador tanto dinero, ¿hubiera recibido una educación tan esmerada?
Ese sí era riquito, hijito de papá, niño de los apellidos, oligarca y tantos calificativos,  convertidos hoy en insulto, por obra del resentimiento.
Por  ser rico se fue a estudiar a España. Hizo una parada en México y lo atendió,  de acuerdo a su rango, lo más granado de la sociedad.
Luego en España, vivió en la casa del colombiano Manuel Mallo. Nada menos que el favorito de la Reina María Luisa. Fue testigo de esos amores. Lo presentaron al futuro  Fernando VII. Pura cúpula.
Nuevamente  en Caracas, ejerció su rol de propietario de inmensa cantidad de tierras, o como dirían los “revolucionarios” de hoy, de latifundista. Casi se cae a tiros en un duelo, con Antonio Nicolás Briceño, por la propiedad de unas tierras. Puro capitalismo.
De regreso a Europa, llevó, no podía ser de otra manera, vida de rico. Novias, paseos, fiestas. Parrandeando en un prostíbulo de Londres lo confundieron con un pederasta griego.
Estudió mucho y se relacionó con los grandes sabios de su tiempo. Otro lujo que se dio por ser rico. Profundizó en la política de su tiempo y en los enciclopedistas. Se formó en el pensamiento republicano, liberal y democrático. Socialista jamás. Ese concepto estuvo fuera de su cotidianidad.  
O sea,  un hombre que nació millonario, libertó a Venezuela. Por cierto, Sucre, Santander, San Martín, Urdaneta…también  fueron hijitos de papá. Claro, sacrificaron su fortuna, por sus ideales.
Al revés que muchos, que como diría Cantinflas, estoy viendo y no digo: que nacen pobres, sacrifican a la Patria y, terminan donde empezó el Libertador. Claro… económicamente.
Ser pobre o ser rico, no tiene nada que ver con las posiciones que se asuman en la vida. Tener papá, mamá, o por Dios, apellidos, tampoco.
Jesús era pobre y  dos mil años después, se siente en el alma su obra.
Hitler era pobre hasta el hambre, y Churchill, noble: Sir Winston Churchill. Que a que no le dicen a Churchill y su gigantesca obra, el niñito rico o señor de los apellidos.
Gaitán era pobre y hubiera sido un gran presidente.
En Venezuela, de  los fundadores más importantes del comunismo fueron  los oligarcas Gustavo Machado y Eduardo Machado. Por cierto, parientes de  María Corina Machado. Y la familia de Juan Bautista  Fuenmayor, primer secretario general del PCV, era dueña de una universidad.
Entonces, ¿por qué insultan a Capriles por su origen?  Critíquenle sus ideas, su ejecutoria; pero su origen, por favor… no sean tan elementales. 
¿Nacer rico es malo? No. Malo es nacer pobre y morir rico sin actividad enriquedora conocida. Renny decía: sí, tengo real, ¿y qué?; pero mis reales los hago por TV todos los días… ¿podrán decir lo mismo algunos políticos?
Critican a Capriles por su origen, sus estudios, hasta por su soltería. Puro recoveco.
Con esas críticas, transfieren al pueblo resentimiento por los ricos: yo soy pobre por culpa de tu riqueza.
Además, transmiten odio por  la educación de calidad. Reeditan los tiempos de Martín Espinoza, que decapitaba a los blancos que supieran leer y escribir. ¿Alguna diferencia con Boves?
Critican la vida privada de Capriles con blasfemias y estimulando el machismo en los venezolanos. Si Capriles se casa, o no se casa, ese es su problema.
Y si de paso, la “revolución” pone como modelo a Fidel Castro… le  enseñan  al pueblo que los gobernantes que no dejan trabajar, ni expresarse, y se eternizan en el poder, son el modelo a seguir.  Puro totalitarismo.
¿Por qué no “defienden” el verdadero legado de esta  “revolución”: la destrucción de la empresa privada, la de PDVSA, la de la CVG, la del agro… la división del alma nacional?
Simplemente porque no tienen argumento para debatir. Sólo hablan y se contestan. Puro soliloquio.
¡Debatan con Capriles! Dejen el miedo y la falsificación de la historia.
Cómo les encantaría que Bolívar, también hubiera sido arañero.

CAPRILES PRESIDENTE. VOTA LA BOTA.

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