miércoles, 5 de diciembre de 2012

LO DE ANTES

Alberto Quiros Corradi

En un programa de “Aló Ciudadano” la semana pasada, Humberto Calderón Berti, después de dar palabas de aprobación tanto a la gestión de Ramón Guillermo Aveledo como a la campaña de Capriles dijo que para él había habido algunos errores. El mayor, el imperdonable fue el hacerle el juego al chavismo declarando que se descartaba todo lo relacionado con la Cuarta República. Es decir, nada del pasado sirve ni tampoco lo presente. Lo que valdrá es el futuro.

Lo primero que hay que aclarar, como se cansó de explicar Manuel Caballero, es que no existe una Cuarta República, ni mucho menos una Quinta. Es un tremendo error y otros de los intentos por querer dividir la historia de Venezuela en un antes y un después de Chávez y separar arbitrariamente nuestros hitos históricos. Pero lo más grave no es la ignorancia de nuestro pasado ni la caricatura que se hace del presente. Lo grave es ignorar que en 54 años de democracia y 10 de dictadura (muerte de Gómez hasta 1999) el país avanzó exponencialmente de una economía rural a una urbana.

 Se estableció una democracia representativa. Se le concedió el voto a la mujer. Se desarrolló el sistema educativo que pasó de tres universidades a tener núcleos en todos los estados del país. Mejoraron los servicios de salud pública. Se implantó la elección directa del Presidente de la república, gobernadores, alcaldes, concejos municipales, asambleas legislativas regionales y diputados y senadores al Congreso Nacional. Se le dio a cada ciudadano un voto incluyendo a quienes no sabían leer ni escribir. Se obtuvo una participación elevada de la nación en el producto de la industria petrolera y eventualmente se estatizó la misma. Se creó a PDVSA, empresa que hasta el 2001 estuvo entre las mejores administradas del mundo. Se estableció el plan Ayacucho que formó en las mejores universidades internacionales a una pléyade de jóvenes venezolanos. Se fomentó una política migratoria que nutrió al país de ciudadanos de otras regiones que contribuyeron a nuestro desarrollo. Se creó una clase media fuerte impulsadora de la modernidad. Se fomentó el deporte tanto por el Estado como por el sector privado, notablemente por las empresas petroleras extranjeras y algunas locales como Polar. Tuvimos triunfos en atletismo en los 100 metros planos, en salto largo olímpico y en el beisbol fuimos campeones mundiales amateur derrotando hasta la entonces invencible Cuba y el grupo de jugadores de beisbol en las grandes ligas ha crecido exponencialmente. En la cultura han sido muchos los venezolanos destacados en el extranjero.


Hemos formado científicos de prestigio nacional e internacional. Nuestras empresas públicas y privadas han exhibido gerentes exitosos. Sidor tuvo su momento, así como otras empresas públicas de Guayana. PDVSA fue un ejemplo para el mundo de cómo se puede bien administrar una empresa del Estado y otros sectores como la banca, la Bolsa, las cementeras, la agricultura en ciertas regiones y grupos de la empresa privada como Vollmer, Boulton, Mendoza, Blohm y muchos otros, tuvieron buenas gestiones. Y todo eso no pasó por generación espontánea. Fue producto del trabajo y del esfuerzo de muchos hombres. Algunos de ellos que todavía viven y otros que fallecieron y cuya memoria no merece el desprecio con el cual algunos de la oposición tratan al pasado. Sería importante que los jóvenes recordaran que el talento que hoy exhiben se lo deben a un sistema que crearon los de antes y de los cuales quedan muchos sin cuya participación este país no saldrá de la pesadilla actual.

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