viernes, 14 de septiembre de 2012

EL VERDADERO “PAQUETAZO” DE CAPRILES


 
Rafael Gallegos                                                                      
Al no poder demostrar que son buenos, se empeñan en decir que Capriles es malo. Por ello, atacan ferozmente al candidato de la unidad democrática, en lugar de mostrar su programa de gobierno.
Porque aunque usted no lo crea, en lo único que ha sido exitosa esta “revolución”, es en el riguroso cumplimiento de su máximo objetivo: destrucción nacional para comerte mejor. Cualquier parecido con el lobo feroz de la caperucita roja rojita…
Lo que pasa es que “eso”, no lo pueden vender como paquete.
¿Un programa para destruir?, preguntará algún desprevenido lector. Pues efectivamente, al igual que el padre y modelo de la revolución cubana. Los totalitarismos requieren de pueblos en estado de marasmo para sostenerse eternamente.
Las revoluciones de corte marxista parecen copiarse de las bacterias aeróbicas, que se alimentan de oxígeno, y son pobróbicas, se alimentan de pobres. Mientras más pobres, más “revolución”. Si en Cuba hubiera industrias y elecciones y gente con dinero y clase media… hace décadas que los Castro fueran historia. Los comunistas saben que el progreso de los pueblos, es la negación de sus regímenes.
Y en Venezuela, si produjéramos seis millones de barriles diarios, y estuvieran activas y exitosas las empresas de Guayana y hubiera crecido el parque industrial y la agricultura y la construcción de viviendas y la infraestructura y hubiera separación real de poderes y el CNE fuera realmente imparcial… otra sería  la historia.
Como en todas las democracias progresistas, habría alternabilidad. En lugar de acercarnos peligrosamente al trucutrulento modelo cubano, seríamos un país del siglo XXI. Y ese es precisamente lo que busca el paquete de Capriles.
Claro, en primer lugar, una concepción seria de Venezuela. Sin esos chistes malos de insultar a los “ricachones” para que voten por mí. Un novedoso esquema de mercadeo: te insulto para que me compres. Ven a mí para que no haya guerra civil y puedas seguir yendo a Miami y bebiendo güisqui diez y ocho. Y como los “ricachones” son bobos, olvidan que les quitaron el negocio en Catia, en las haciendas y en múltiples empresas, que los botaron de PDVSA, que les hicieron quebrar su fuente de trabajo, que les aplicaron la lista tascón. La propia patria boba… cree el gobierno que son los “ricachones”. O sea, la clase media y baja que la “revolución” ha defenestrado. Casi todo el país.
Pura ironía. Les pide a los burgueses que no voten por el candidato de la burguesía. Que boten por el para comérselos mejor. ¿Alguien entiende? Nos vemos el siete.
PAQUETAZO HABEMUS
Claro que Capriles tiene un paquete. En lugar de neoliberal hay que calificarlo de neodemocrático. Un paquete que debe desmontar tanta desfachatez “revolucionaria”. Comenzar por restituir el respeto para todos los ciudadanos, sean del color que sean. Fortalecer la libertad de prensa devolviendo RCTV y tanta emisora radial “democratizada”. Promoviendo la separación de poderes. Imparcializando al CNE. Acabando con tanto insulto en las emisoras del gobierno.
Claro que tiene un paquete. Restituirá la confianza en la economía. Respetará la propiedad. Estudiará caso por caso tanta expropiación hambreadora. Atraerá inversiones que desarrollen empresas que generen trabajo bueno, dinamicen la economía y bajen los alarmantes niveles de pobreza.
Estimulará la producción nacional. Reverdecerán los parques industriales de Carabobo, Lara, Aragua, Zulia, Bolívar… de toda Venezuela. Rescatará la minimizada ganadería y agricultura, a la pre quebrada PDVSA, a las flácidas industrias básicas. No le tendrá miedo al progreso económico de las individualidades, porque no pretenderá eternizarse en el poder.
Pagará los pasivos laborales en efectivo. Estimulara a los sindicatos y las discusiones de los contratos colectivos. Enterrará las listas fascistas. Aplicará efectivas políticas sociales bajo el paragua de Marginalidad Cero. Rescatará la educación y la salud popular. Reforzará y reorientará  gerencialmente Mercal y todas las Misiones que agreguen valor. Sin egoísmos políticos. Lo importante es la gente.
Rediseñará la infraestructura de Venezuela. Escuelas, hospitales, luz, agua, vialidad, trenes, metros… todo lo que esta revolución ha sumido en la inopia. 
Claro que hay un paquete. Lo primero que contempla es desmontar tanta desfachatez. Revertir el plan de destrucción nacional.
Ese paquete, salvará a Venezuela.
Por ello, el 7 de octubre, hay que votar por Capriles. Sin demagogia, es el único camino. De usted depende, vote, lleve a votar y defienda su voto. Capriles Presidente. Una necesidad nacional.
Adelante, por arriba del comunismo, adelante.

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