viernes, 3 de agosto de 2012

Coque I (Complejo Gasifero y Petrolifero de Jose)


Miguel Méndez Rodulfo
Cuando uno viaja por vía terrestre hasta, o desde, el oriente, pasa por el complejo gasífero y petrolero de Jose. Desde su inauguración en 1985, como el criogénico de oriente, los viajeros estábamos acostumbrados al orden de las áreas internas que circundan al complejo, las cuales se puede divisar desde la carretera; actualmente nos sorprende la presencia imponente de una extensa y alta montaña de un material gris oscuro que hasta hace tres años y medio no estaba allí. Esta impresión de inmediato nos hace reflexionar acerca de que algo anda muy mal en Jose; que esa descomunal pila tiene que producir una gran contaminación; que la persistencia en el tiempo del problema obedece, sin lugar a dudas, a una incapacidad manifiesta de la actual gerencia que dirige el complejo, así como de la cúpula gerencial petrolera, y que el problema no aparenta tener solución. Todo ello no deja de crear una razonable preocupación en nuestro ánimo, por lo que uno se plantea ¿qué hacer con tanto material contaminante, cómo vamos a limpiar esos patios?
El coque es el excedente que queda luego de llevar el petróleo pesado de la faja de 8° API a 25° API, proceso que ocurre en los mejoradores ubicados en Jose. La conversión del crudo pesado en petróleo sintético, liviano, no solamente deja coque, sino también azufre. El coque además contiene metales pesados cono vanadio y níquel, entre otros. Desde 1999, año en que comienza a mejorarse petróleo pesado en Jose, por las compañías que habían conformado las asociaciones estratégicas con Pdvsa: Ameriven, Petrozuata, Sincor y Cerro Negro, nunca había habido necesidad de acumular coque fuera de los patios internos habilitados cerca de los terminales de despacho, ya que los procesos de producción eran debidamente controlados y el mantenimiento rígidamente cumplido; de manera que entre 1999 y 2008, el coque que se generaba, se vendía al exterior sin problema porque es un subproducto de alta demanda.
Aquí vale la pena comentar algunas cosas que  contribuyen a aclarar lo que la mayoría de las personas piensan con relación al coque. Como acabamos de decir, el coque tiene una gran demanda, esto es debido a su alto poder calorífico. Se usa en la industria siderúrgica, cementera, eléctrica y nuclear. De manera que no se va a quedar apilado allí eternamente; sin embargo, siendo esto así, surge otra pregunta muy lógica ¿si tiene tanta demanda por qué entonces está apilado allí? ¿No pierde la República importantes flujos de dinero teniendo este material abandonado allí?
Otra concepción errónea que debemos corregir es nuestra propensión a pensar que el coque es altamente contaminante. La verdad es que como es un material muy pesado no genera partículas que puedan viajar largos trechos llevadas por el viento, y como sí se tomaron las correspondientes medidas que el Ministerio de Ambiente recomendó para proteger el suelo del terreno donde está colocada la pila, tampoco hay contaminación en este sentido.
El problema del coque tiene solución, sólo que una mezcla de incapacidad gerencial manifiesta, falta de mantenimiento preventivo y correctivo, manejo político de una empresa altamente técnica y, lo más importante, una intención deliberada de que los procesos funcionen mal, para generar oportunidades de hacer negocios, nos han llevado al cuadro actual de acumular una montaña de coque de 27 hectáreas de extensión, 30 metros de altura y de 6.000.000 de toneladas acumuladas.

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