viernes, 30 de marzo de 2012

CAPRILES Y LA TERCERA GENERACIÓN



Rafael Gallegos

Mesías Habemus, años ha. De allí que no haya ningún venezolano de menos de ochenta años que haya sido Presidente de la República, a excepción del actual. Parecida esta  vergonzosa circunstancia a la “democracia” cubana, donde ningún ciudadano vivo ha dirigido los destinos de Cuba, a excepción de la dinastía Castro. Como en el colegio, cuando  los alumnos de los grados más avanzados, al grito de “coleo”, les robaban las metras a los más pequeños, las autocracias hacen “coleo” con el poder, cancelando la alternabilidad. Mesías Habemus; pero en lugar de anunciarlo el humo blanco, lo hace el humo rojo rojito.

En Estados Unidos hay por lo menos dos ex presidentes de menos de setenta años y dos de alrededor de ochenta. En España, como en los viejos tiempos venezolanos, patean la calle Aznar, González, Zapatero, Suárez y otros. No son superhombres ni predestinados, simplemente hombres capaces, a los que se les asignó la responsabilidad de dirigir por un tiempo los destinos de su país. Como en cualquier democracia.

Nosotros estamos repitiendo la historia de Juan Vicente Gómez, al autócrata por antonomasia. En 1908, sacó del poder a su compadre Castro – bastante que le  había llorado para demostrarle su fidelidad – y comenzó su mascarada democrática. Luego en 1914, cuando correspondían  elecciones,  un periodista que se creyó el cuento democrático, lanzó la  candidatura del Dr. Félix Montes y fue a parar a la cárcel por más de veinte años. “Eleccioncitas a mi”, y que decía el dictador, cuyas  siete reformas constitucionales le permitieron mantenerse como el hombre fuerte… hasta su muerte. A veces colocaba  un títere como presidente. De allí la frase: el Presidente vive en Caracas; pero el que manda está en Maracay. Toda una vergüenza de  gobierno, que a la muerte del dictador no pudo ocultar el paludismo, la corrupción, el hambre y el atraso de Venezuela. Como respuesta a tanta desfachatez, surgió la llamada Generación del 28, que como las otras “generaciones” políticas de Venezuela, han constituido respuesta a las autocracias.

 Veamos: LA PRIMERA GENERACIÓN, fue la de la Independencia, encabezada por Bolívar, Sucre, Páez, Urdaneta, Mariño, Roscio y tanto patriota. Se alzaron contra la autocracia española, que condenaba a los venezolanos a ser ciudadanos de segunda y no les permitía comerciar fuera del monopolio de la Corona. El resultado: la Independencia, la formación de la República y el inicio de la Democracia. El costo: miles de muertos y un país devastado.

LA SEGUNDA GENERACIÓN, fue la llamada Generación del 28, encabezada por Betancourt, Villalba, Leoni, Machado, Otero y etcétera. Luego se incorporaron a la misma lucha Caldera, Lorenzo Fernández y muchos otros. Inicialmente insurgieron contra la implacable dictadura  Juan Vicente Gómez (¿otro derivado del petróleo?). El resultado: la implantación de la democracia, que con sus múltiples defectos y altibajos como el de Pérez Jiménez, constituyó  el período más próspero y democrático de los anales venezolanos. El costo: presos, exiliados, torturados. Esta generación fue reforzada por la llamada del generación 45, así como  por la del 58, que insurgió contra el dictador Pérez Jiménez. Luego, la decadencia  del modelo democrático, hizo nacer  el llamado chavismo, no como una nueva era, sino como una  consecuencia del fracaso de los últimos años.

LA TERCERA GENERACIÓN, está a la vista e insurge contra la autocracia que nos gobierna desde hace trece pavosos años. Autocracia que se manifiesta por irrespeto a la disidencia, sectarismo, licuefacción de poderes (jugo, zumo, hugo), centralización, opacidad del proceso electoral, división del alma nacional y DESTRUCCÓN ESTRATÉGICA DE LA ECONOMÍA para permanecer forever en el poder. Esta generación inició con los petroleros, que se unieron (nos y a mucha honra) a la huelga general para pelear contra la destrucción de PDVSA que ya se iniciaba. Sin embargo, les pasó como a Casandra, quien profetizó la destrucción de Troya y nadie le creyó… hasta que se consumó su pronóstico. Luego, a raíz de la salida RCTV, los jóvenes se sumaron a esta generación del siglo XXI. Surgieron líderes de primera. También empresarios y trabajadores. Esta es la generación de edades y actividades más diversas.

Hoy, la TERCERA GENERACIÓN la encabezan políticos como Capriles, Pablo Pérez, López, María Corina, Ocariz, Blide, Mardo, Borges, Salas Feo  y paremos de contar. Todos bien formados académicamente, con trayectoria política electoral, líderes de partidos y de masas, en su momento y respaldados por una férrea unidad. O sea… la mesa está servida para moldear el futuro.

La tercera generación insurge, al igual que las otras, contra la autocracia. La primera impuso la Independencia, la segunda la democracia y esta  implantará la prosperidad nacional. Democracia Habemus… y con humo tricolor.

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