martes, 27 de septiembre de 2011

TRAMPOSOS

Alberto Quiros Corradi

El diccionario tiene para la palabra “tramposo” tres acepciones: 1. Embustero 2. Mal pagador 3. Personaje que comete infracciones a la regla o leyes de una actividad en beneficio propio. Tramposo es uno de los muchos calificativos que se le puede aplicar al régimen. El engloba una inmensa variedad de las trapisondas que comete a diario el Presidente y, bajo su dirección, los funcionarios y los supuestos representantes de los poderes públicos que bailan todos al son que les toque el gran director. Veamos. “Embustero” casi es innecesario describir lo que todo el mundo sabe. El régimen miente descaradamente en dos frentes. En el de las promesas incumplidas algunas, como las de la Misión Vivienda, imposibles de realizar, lo que constituye una mentira a sabiendas. Otras son ofertas con resultados que pudieron cumplirse pero que por ineficiencia y corrupción (otra forma de la trampa) no culminan nunca. (Infraestructura del país, arepera socialista, cementeras nacionalizadas, fincas expropiadas, empresas de Guayana, nueva planta de tubos, nueva acería, nuevas urbanizaciones, desarrollo eléctrico, aumento de sueldos y salarios, bonos de fin de año, nuevos centros de salud, reparación de escuelas y hospitales, alimentación escolar gratuita, industria petrolera eficiente y un largo etcétera dentro de un sistema que lleva el sello del fracaso en la frente. Mal pagador. Hay quienes no pagan por falta de recursos o por desorden en la administración de los fondos disponibles o por olvido. Este régimen no paga sus deudas por maula. Porque sencillamente ha decidido no pagarle a quienes le ha confiscado sus propiedades sean empresas industriales, haciendas o proyectos de vivienda. Sean grandes corporaciones o pequeños contratistas como los confiscados en la Costa Oriental del Lago. Se saqueó al fondo de pensiones de PDVSA y se despidió a más de 20.000 trabajadores petroleros a quienes se les confiscó no solo sus prestaciones sociales y su derecho a la jubilación sino sus ahorros en fondos de su propiedad. Eso fue un latrocinio puro y simple. Pero tampoco paga el régimen los servicios que recibe de terceros. PDVSA debe $10.000 millones a sus suplidores al 31/12/2010. Contrasta este comportamiento delictivo con el manirrotismo con el cual se regalan los dineros públicos a países amigos del Presidente (no necesariamente amigos de Venezuela) “Persona que comete infracciones a las reglas o leyes de una actividad en beneficio propio” Es en esto donde el régimen comete todas las trampas que se le ocurren. Viola la Constitución descaradamente cada vez que, vía Ley Habilitante o Asamblea Nacional, promulga una ley que incluye disposiciones expresamente negadas en el Referendo Constitucional del 2007. Pero no solamente viola las leyes sino que pretende actuar dentro de la Constitución y finge aceptar ciertas reglas claras y vigentes solo para desconocer los resultados si estos no coinciden con sus deseos. El último ejemplo lo constituye el trato que le ha dado el Presidente a la decisión de la Corte Interamericana sobre el caso de Leopoldo López. Acudieron al juicio. Dieron sus alegatos y como la sentencia no le fue favorable pretenden no acatarla. Las disposiciones constitucionales y los compromisos firmados son claros, la sentencia de la Corte tiene efectos inmediatos y las instituciones nacionales como el TSJ y el CNE, entre otras, tienen que aceptarla sin apelación y sin protesta. De lo contrario se dará un paso más en el camino que convertirá a Venezuela en un estado forajido.

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