martes, 2 de agosto de 2011

Pdvsa 10 de enero 2013















                                                                                                                                    Eddie A. Ramírez S.
 
Reparar PDVSA no será tarea fácil, pero sí es factible. Utilizamos la palabra reparar y no recuperar para recalcar que no se trata de volver a tomar lo que antes se tenía. Así como  aspiramos que el nuevo gobierno no sea una restauración del anterior al del teniente coronel, en el caso de nuestra principal empresa  predicamos que no puede ser la existente hasta el 2002, pero mucho menos la actual PDVSA roja. Un paso importante es que, antes de que se realicen las elecciones primarias,  todos los actores políticos de la alternativa democrática  firmen un acuerdo mínimo que contemple los siguientes puntos:
 -La no injerencia de la política partidista en las operaciones de la empresa y un compromiso de respetar los derechos laborales de quienes actualmente trabajan  en la misma, así como reconocer los derechos conculcados de quienes fueron despedidos ilegalmente a raíz del paro cívico del 2 de diciembre del 2002.  Separar los cargos  de Presidente de la empresa y de Ministro de Energía. Ampliación de la representación del accionista con inclusión en la asamblea de la empresa de los ministros de planificación y de finanzas,  un representante del sector académico, uno del industrial y uno del laboral. La asamblea la presidiría el Ministro de Energía y Petróleo.
-Una Junta Directiva de siete  miembros designados por el Ejecutivo, cinco de ellos directores internos a tiempo completo y dos directores externos. Los cinco directores internos deben ser percibidos por la opinión pública como expertos y no militantes políticos. Esto último es importante para la paz laboral. Creación de un Ente Independiente de Energía con funciones de supervisión de la planificación y de la ejecución presupuestaria. Este punto lo ha estudiado a exhaustivamente el ingeniero Diego González. El Ministerio de Energía y Petróleo  tendría la responsabilidad de diseñar la política energética.
-Transferir a los organismos que les competen, las empresas que fueron adscritas a PDVSA y que no están relacionadas con el negocio de los hidrocarburos. Reconocer las deudas con las empresas de servicios que fueron confiscadas. Asegurarle a socios, proveedores y a los firmantes de convenios que los mismos serán      respetados, siempre que estén amparados por la ley.  Acotar las actividades de responsabilidad social permitiendo que PDVSA apoye a las comunidades de su entorno, pero sin sustituir funciones que competen a los ministerios.
Una vez que la nueva Directiva tome posesión procederá a las designaciones de los más altos cargos gerenciales, dentro de un marco de respeto a la meritocracia y a los derechos laborales. Más adelante, el accionista deberá determinar la manera óptima de administrar y desarrollar las fuentes de hidrocarburos y de distribución de la renta petrolera.  
Como en botica: El reciente libro de Antonio Sánchez García  “Crisis y estado de excepción en la Venezuela de hoy” es de lectura obligada para entender nuestro drama. Con motivo de la graduación de ingeniera de mi sobrina Marién tuve oportunidad de escuchar un excelente discurso de la rectora de la UDO Milena  Bravo  de Romero y comprobar que quizá un 90% de los graduandos eran de escasos recursos, por ello no se comprende por qué el Ejecutivo no le asigna los recursos que requiere esa universidad. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

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