lunes, 6 de junio de 2011

PETRÓLEO PARA ADULTOS



Rafael Gallegos  
La relación de los venezolanos con el petróleo está llena de fantasías, de leyendas. Como la LEYENDA ROSADA: somos un país rico… cuando la realidad es somos una contradictoria sociedad muy pobre con muchos recursos. O la LEYENDA NEGRA: el petróleo es el culpable de todos nuestros males, que si no fuera por su nefasta influencia, seríamos como Alemania u otro país desarrollado... cuando la realidad es que no hay ninguna razón para creer que si no tuviéramos petróleo, fuéramos diferentes a Bolivia, Nicaragua o cualquier país latinoamericano pobre y de bajos recursos. Y lo peor, el inconsciente colectivo parece compartir mayoritariamente una  mezcla de colores. ¿Podríamos llamarla LEYENDA MORADA?: somos un fracasado país rico y el gran culpable de nuestro fracaso es nada menos… que el petróleo. Y usted, ¿qué cree?
Puro culpable. Como en la dañina mitología de nuestra fracasada “revolución”, que no tiene empacho en mostrarse como un gigantesco fracaso en salud, vivienda, petróleo, educación, producción, etcétera; culpando a una serie de factores externos como el imperio, el capitalismo, los cuarenta años, los traidores a la patria, la oligarquía, los ricos, o  los países vecinos. O sea, todos son culpables de mi estruendoso fracaso, todos, todos… menos yo. Y la parte más desguarnecida del pueblo, parece responderle al gobierno: “te pareces tanto a mí” ¿Por eso será que Chávez mantiene tanta popularidad? Seguramente, ya que con la desfachatada intención de permanecer en el poder para toda la vida, como su “pana” Fidel Castro, cometió el sacrilegio histórico de hacer un gobierno parecido a las debilidades  de los más pobres, en lugar de enseñarlos a ser prósperos. Algo así como el padre que le celebra al hijo  sus inasistencias al colegio, haciendo caso omiso de estar sembrando la semilla de un ciudadano fracasado.    
Hemos sido  el heredero que culpa del fracaso nada menos que… a la herencia;  los venezolanos, transitamos entre las tragedias de Edipo y Hamlet: asesinar a papá petróleo o… vengar su muerte. Puro heroísmo improductivo. Es imperativo que  asumamos  una relación de adultos con nuestro petróleo. Aclarar aspectos como los siguientes:   
1.- El petróleo no es ni bueno, ni malo… es simplemente petróleo.
2.- El petróleo no significa bienestar… sólo dólares que si no los invertimos bien, nos hacen padecer el “Efecto Venezuela” de Pérez Alfonzo. O sea, la ruta tantas veces transitada: de Boom en Boom y de paquete en paquete… con un paquete cada vez más doloroso.  Como el señor que se sacó la lotería y se descompensó por comer siete veces al día. El petróleo, en lugar de servirnos para desarrollarnos, lo ha hecho para… descompensarnos.  
3.- El culpable de nuestros males no es el petróleo, somos nosotros mismos, por nuestra manifiesta incapacidad para gerenciar; por creer que la prosperidad  viene del gobierno y no del trabajo; por generar tanta impunidad.  Llegó la hora de remozar la frase de Uslar Pietri de  Sembrar el Petróleo (¿qué hacer?), con otra que nos indique ¿cómo hacer? Algo así como: Gerenciar el Petróleo.
LA ÚLTIMA HORA
Llegó la hora y créanme… la última hora. O modificamos la relación infantil con el petróleo, o erramos. Ya basta de esté maná y del poderoso Petroestado que sólo produce hambre y Mesías.
Para el necesario debate, propongo hacer efectivo el siguiente Trípode Petrolero:
1.- INDUSTRIA PETROLERA DE PRIMERA. Y de primera significa altamente eficiente. Con los venezolanos dirigiendo la estrategia global a partir de una moderna Legislación y Política Petrolera;  con muy alta participación privada nacional e internacional; desarrollando economías conexas; industrializando  al país a partir de la inversión privada. Desmontando el Petroestado mediante la  orientación del ISLR hacia inversión; la distribución de  las Regalías entre los estados, las alcaldías y el poder vecinal; haciendo a los ciudadanos accionistas con acciones intransferibles para ser usadas sólo en educación, salud y vivienda; colocando parte de las acciones de la industria en la Bolsa de Valores.  
2.- ESTADO DE CALIDAD (Nacional, Regional y Local). Capaz de transformar los abundantes recursos petroleros en prosperidad para los venezolanos.  Para ello, no lo dude, se requiere aplicar Reingeniería al Estado venezolano.
Y 3.- RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL DEL PETRÓLEO. Una sólida alianza Industria petrolera/Estado/Comunidades,que se refleje en dinámicas socioeconómicas en las áreas aledañas a las operaciones de la Industria. Diferente a la actual política que desvirtuó la función de PDVSA transformando a una empresa petrolera con contenido social, en una empresa social con contenido petrolero. 
O asumimos una relación de adultez con nuestro principal recurso, o seguiremos pidiendo limosna… sentados en un barril de crudo. Usted decide.

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