sábado, 29 de enero de 2011

Reflexion sobre el articulo de Fausto Maso (El Nacional 29-01-11)

Cesar Quintini

El artículo de esta sábado de Fausto Masó (incluido al final),
coincide con una nota que estuvo circulando mientras celebrábamos la
reunión del pasado jueves.

Es evidente que necesitamos algo más que una “únidad electoral” ,
necesitamos una unidad efectiva para reconstruir el país y eso no se
puede lograr mientras los partidos políticos se sienten en una mesa y
simultáneamente cada uno interprete el país a su manera y esté
pendiente de “arrimar la brasa pa´su sardina”, a tiempo que las ONG
actúan de manera similar y centenares (si acaso no miles) de grupos de
todo tipo tratan de concebir un país o segmentos de un país, sin que
exista algún tipo de relación operativa entre ellas y compartan
valores y objetivos fundamentales.


El tema alrededor del cual intentamos laborar y la(s) propuesta(s) que
aspiran a catalizar nuestro proceso de análisis, requieren de cambios
fundamentales que no podrán aplicarse a corto plazo dentro del marco
democrático que todos compartimos. Un resultado electoral favorable el
2012 que conduzca a una entrega pacífica del Poder Ejecutivo a
comienzos del 2013, producirá un vuelco en la conducción del Poder
Ejecutivo, pero bajo el control - al menos durante tres años
adicionales - de una Asamblea mayoritariamente adversa, que no
facilitará mayores cambios, ni en el Ejecutivo, ni en los otros
poderes (Tribunales, CNE, etc.) y además contando con los grupos de
activistas de hechos, que han conformado ahora. Eso nos debiera
conducir a pensar que será necesario ingeniárselas para iniciar la
recuperación del país dentro del marco jurídico-administrativo que se
ha venido tejiendo durante una década larga.


Cabe entonces preguntarse ¿Hacia donde deberán concentrarse los
esfuerzos de los demócratas calificados? ¿A concebir cada quien por su
cuenta soluciones puntuales a problemas específicos cuya naturaleza
conocen mejor que el resto del país o a procurar desarrollar una
visión común de la que pueda derivarse  una acción coordinada y
efectiva que genere resultados tangibles, consistentes y estables?

Es importante concebir modelos de componentes de un país deseable,
siempre cuando se tome conciencia de que conseguirlo es cuestión de
varias décadas, de las cuales los primeros años son los fundamentales.

Debido a los tradicionalmente sucios manejos que caracterizan a la
política en muchos países, de los cuales los latinoamericanos no son
la excepción, ha existido la tendencia entre mucha gente decente y
calificada de mantenerse al margen de la militancia política, pero no
por eso han dejado de mantenerse en Política, aunque lo han hecho
orbitando alrededor de las organizaciones políticas existentes (ahora
inmensamente debilitadas).

Por los vientos que soplan, hay bases para pensar que quienes no han
sido capaces de organizar una concentración callejera, difícilmente
podrán conformar solo las bases para un gobierno de transición y es
poco probable que por su propia iniciativa tengan la capacidad y la
necesaria amplitud para delegar la tarea a quienes lo puedan hacer.
Aparentemente las fuerzas que se oponen a la continuación del actual
desastre, son cuantitativa y cualitativamente superiores a la del
régimen que se pretende cesantear, pero no podrán lograr resultado
alguno, sin contar con la capacidad de organizar esta potencial
fuerza, para que actúe de manera efectiva. Tomando especialmente en
cuenta que de la otra parte si  tiene esa capacidad de organización,
aunque solamente  para fines de control político.
Vale la pena recurrir a la memoria histórica y pensar que si bien es
cierto que los líderes de los Países Aliados, estuvieron pensando en
cómo se organizarían luego de derrotar las Potencias del Eje, se
ocuparon primero de definir detalladamente cada uno de los pasos del
proceso de la reconquista de Europa.

Pensemos que hubiera ocurrido si los centenares de miles de efectivos,
constituidos en pequeñas patrullas autónomas, hubiera decidido cada
uno por su cuenta, cómo y cuando cruzarían el Canal de la Mancha,
donde desembarcarían y que objetivo atacarían primero. Afortunadamente
disponían de un comando unificado, que sumó voluntades y acopió
recursos de manera tal que - gracias a esa capacidad de organización -
en lugar de inglés sería el alemán el idioma de uso general.

No niego las bondades de que nos ocupemos de Venezuela y su Petróleo,
pero vale la pena que nos detengamos a examinar donde será que debamos
concentrar nuestra atención… ¿en Venezuela o en su Petróleo?,  ¿en
2011/13 o en  2030/40?

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Articulo de Fausto Maso

Articulo de Fausto Maso
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El acto de la oposición el pasado 23 de enero revela lo que le falta a
la MUD para lograr una unidad total, no sólo capaz de obtener una
victoria electoral y de coordinar a los diputados en la Asamblea, sino
también de responder al desafío que representa Hugo Chávez.

El domingo pasado la oposición defraudó las expectativas, el día
anterior se escogió el lugar, se había convocado para eventos
distintos. Esto no fue lo peor, se desperdició a los líderes naturales
de la oposición, los diputados de la Asamblea, los gobernadores, los
alcaldes, algunas figuras independientes. ¿Por qué no se organizó la
concentración o la marcha en el 23 de Enero o en La Vega? Si
Miraflores lo hubiera impedido la acusación de dictador contra Chávez
habría quedado ratificada; aceptar limitar la política al este de
Caracas representa también vivir en un gueto, regalarle a Miraflores
las zonas populares. Faltó, además, pueblo y jóvenes en la avenida
Francisco de Miranda.

Hay una excusa, la falta de recursos. Al PSUV le sobra el dinero, los
medios, los autobuses; en cambio, a la oposición cualquier gasto la
coloca al borde de la quiebra. Había que concentrar entonces los
esfuerzos, para no dispersar el mensaje, para aunar energías. Hubo un
acto programado por la MUD y otro por la sociedad civil, como si
fueran fuerzas contrapuestas, como si los partidos, en su debilidad,
con sus fallos, no representaran el único instrumento para enfrentar a
Chávez.

El país eligió sus diputados, sus dirigentes políticos, sus voceros.
¿Por qué no estaban al frente de la convocatoria?  El oficialismo
recordó a Hugo Trejo y Fabricio Ojeda, dos personajes del 23 de Enero.

La oposición contaba con los presos de esa época que pasaron años en
prisión como Simón Alberto Consalvi o el propio Luis Miquilena, o una
figura como el centenario editor Catalá. La oposición lució frívola,
cuando le sobraban argumentos, empleados brillantemente en los
discursos dichos en la propia Asamblea.

Se piden líderes para la oposición, pero se les quita tribuna, ninguna
ONG los puede reemplazar. Se les coloca en minusvalía, como si la
sociedad, la propia oposición, no creyera en ellos. El país se había
entusiasmado con la jornada vivida en la Asamblea, el 23 de enero fue
un anticlímax.

Había que dar un mensaje, no buscar un truco mediático.

Chávez ofrece una tesis clara.

El 23 de enero no se respondió con un discurso coherente.

¿Estas cosas se deben callar? No, no, así no vamos al baile.

Una aclaratoria: la Mesa de la Unidad representa un esfuerzo exitoso,
digno y necesario a pesar de todo. Pero se requiere dar demostraciones
de fuerza en la calle.

La unidad es un proceso, todavía está a mitad de camino.

Quizá estos sean los males de una gestación dolorosa. No basta con
conseguir los votos para el año 2012, hay que prepararse para un
desafío que trasciende lo electoral.

La unidad necesaria no se ha logrado, pero está al alcance de la mano,
con tal de que se convoque con generosidad a los jóvenes y a los
habitantes de lugares como La Vega, que cacerolearon recientemente al
Presidente.

Chávez enfrentará tiempos difíciles en los próximos meses: está
golpeando el bolsillo de los pobres. De pronto enfrenta al banco que
hace 12 años contribuyó económicamente a su campaña, según la prensa
española.

Chávez anda sobre terreno quebradizo: los líderes como él una mañana
se despiertan sin su carisma. Le ocurrió a Carlos Andrés Pérez un 27
de febrero.

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