jueves, 6 de enero de 2011

Prevén precario comportamiento del sistema eléctrico


Gobierno incumple la meta de elevar capacidad termoeléctrica
  
Mariela Leon (EL UNIVERSAL =3-01-11)
 
Hace un año, por estas fechas, el Gobierno decidió encarar la crisis eléctrica más severa de la historia reciente del país. En noviembre y diciembre había aprobado dos decretos que limitaban el uso de la energía eléctrica en el territorio nacional, siendo el segmento económico más afectado para entonces, el de las empresas básicas de Guayana, cuya caída en la producción, ventas y pérdidas aún se mantiene.

Los primeros días de enero el Gobierno aplicó un fallido plan de racionamiento eléctrico para la Gran Caracas, que fue revocado a las horas de su ejecución. Sin embargo, el resto del país fue sujeto a recortes programados una y dos veces al día por varios meses.

La industria, el comercio, los centros comerciales a escala nacional y los altos consumidores residenciales del área metropolitana debieron reducir su consumo eléctrico en 20%; las oficinas públicas disminuyeron sus horas laborables, las vallas publicitarias estuvieron ausentes en las noches capitalinas; y se extendió el asueto de Semana Santa a objeto de minimizar la demanda eléctrica e impedir que la cota del embalse de Guri -proveedor del 65% de la energía eléctrica nacional- continuara su descenso y alcanzara la cota crítica de 240 metros sobre el nivel del mar (msnm).

Entre tensiones y temores las autoridades también procedieron a bombardear o sembrar nubes. Se puso a prueba el ingenio y la capacidad de técnicos y trabajadores, se movilizaron recursos para la obtención de plantas y equipos, a los fines de acortar el impacto de la declaratoria de la emergencia eléctrica.

Señalan Miguel Lara Guarenas y José Aguilar, analistas del sector, que estas difíciles circunstancias ocurrieron en 2010, "año de mayores aportes de caudales ocurridos en el río Caroní durante los 60 años de registros".

En 2011

A pesar de los riesgos perceptibles del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) por más de un semestre y su impacto directo en la contracción de la economía, 2001 se inicia con una promesa oficial incumplida.

"El Gobierno no ha logrado elevar la capacidad termoeléctrica en 5.000 megavatios (Mw) como lo anunció reiteradamente", dicen los analistas.

En el último boletín del Centro Nacional de Gestión -antes de suspender su página web- reportó que "la capacidad instalada pasó de 23.795 Mw a 24.514 Mw entre enero y septiembre de 2010, para un incremento de sólo 719 Mw. Dicho monto mayoritariamente está asociado con pequeñas plantas diesel denominados grupos electrógenos o generación distribuida y una barcaza instalada en el Zulia. Los proyectos macro planificados continúan sin entrar en servicio", destaca Lara.

Si bien el río Caroní "nos entregó un récord histórico de 6.500 metros cúbicos por segundo (m3/seg)", apunta Aguilar, "hay un 80% de probabilidad de que se detenga significativamente por uno o dos años. La hidrología debe ser inferior o disminuida".

"Es de esperar", sostiene Lara, que pese a la recuperación del embalse de Guri, "los racionamientos imprevistos y los cortes de carga por fallas en equipos continúen ocurriendo con una alta frecuencia y recurrencia, especialmente en el interior del país. Hasta tanto se realicen las necesarias paradas de las unidades térmicas con mantenimientos diferidos y se incorpore la generación adicional prometida, se mantendrá un precario balance generación/carga y el suministro de la demanda estará soportado por las centrales del Caroní".

Aguilar reitera la alta indisponibilidad térmica crónica, entre 48% y 60% y destaca las limitaciones de combustible, que complican las perspectivas del sistema.

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