domingo, 2 de enero de 2011

El golpe que nos viene (La demanda a PDVSA)

Jesús Seguías

La demanda milmillonaria que recaerá sobre Venezuela y
sus bienes en los próximos días, entablada por compañías extranjeras
que se sienten afectadas por las decisiones del presidente Chávez (ver
anexo con denuncia del gobierno "socialista" en la página web del
MINCI, y titulado “El embargo contra Citgo y PDVSA prepara el golpe
judicial”), sumada a la inminente ruptura de relaciones diplomáticas
entre Washignton y Caracas (también adelantada hoy), presagian
situaciones muy difíciles para Venezuela a partir del 1 de Enero de
2011.

Algún día tenían que reaccionar todas las empresas internacionales que
fueron expropiadas de manera alegre, sin garantías ciertas de
indemnización justa, y sin medir las consecuencias (los venezolanos
expropiados sólo podrán acudir a la Corte Celestial).

“Sólo las demandas de la Exxon y de los inversionistas de Ohio – dice
el informe del gobierno- implicarían embargos acumulados por 40.000
millones de dólares: el monto de nuestras reservas internacionales.
Bastará con ello para inferir el catastrófico y quizá irreparable
golpe a la economía venezolana”, concluye.

A estas cifras habrá que añadir lo que se le debe a CEMEX, Conoco,
Gold Reserve, Intesa, y muchas otras empresas.

Vale la pena recordar que toda acción genera una reacción. Así es la
naturaleza de la vida, de los hombres, y de las naciones también. Las
actitudes irresponsables del presidente Chávez, al estilo Juan
Charrasqueado, creyendo que con el entorno internacional se puede
actuar, jugar y abusar con la misma impunidad con que lo hace con los
venezolanos, tendrá un costo muy elevado para Venezuela en los
próximos días.

Sin duda, las medidas de embargo (esperamos que no pasen de las
amenazas) que se puedan producir contra los bienes de Venezuela
(PDVSA, Citgo, nuestros buques petroleros, etc,) afectará no solamente
al gobierno de Chávez sino a toda Venezuela y por muchos años. Esa
actitud irresponsable del presidente de Venezuela, expropiando
alocadamente todo lo que se le ocurra, poniendo en juego los intereses
de la nación (y que ya raya con traición a la patria), no puede quedar
impune.

Y que no vengan con el cuento de “la agresión imperialista, de la
oligarquía, y del capitalismo” porque las leyes internacionales son
muy claras. Y Venezuela forma parte de la Organización Mundial del
Comercio y de la ONU. PDVSA si quiere vender una gota de petróleo a
los mercados que pagan bien y puntual (no a los mercados maulas como
el de Cuba, Bolivia o Nicaragua) está obligada a regirse por la reglas
de juego establecidas internacionalmente. Blandir que somos soberanos
y revolucionarios, lo cual suena a charada de izquierdistas
trasnochados y sarampionosos (que se miren en el espejo de China y
ahora de Cuba), no nos liberará de nuestras responsabilidades
internacionales.

Le recordamos a este gobierno que, a diferencia de Ecuador u otros
países fracasados, Venezuela, como importante país productor
petrolero, es altamente vulnerable, sensible y dependiente del
concierto internacional, lo cual nos obliga a andar con cuidado y de
manera responsable, sin loqueras y sin arranques de inmadurez, que se
transformen luego en autogoles que afectarán a toda la nación.
Pues, a partir de ahora, que el gobierno asuma toda la responsabilidad
de lo que viene ¿No y que son guapos? Lo más grave es que, aun cuando
paguen con cárcel quienes endeudaron irresponsablemente a la nación
(incluidos los envalentonados diputados que hoy aprueban todas las
irregularidades presidenciales), seremos todos los venezolanos los que
terminaremos pagando el gigantesco mono durante décadas.

Esto ha llegado muy lejos. Este gobierno ha hipotecado a la nación por
varias generaciones. Mañana estaremos cerrando el año 2010 con una
deuda interna y externa superior a las 170 mil millones de dólares.

La verdad es que es muy difícil decirles a los venezolanos "Feliz Año
Nuevo", porque nos vienen tiempos de tormentas, rayos y centellas. Qué
lástima que muchos chavistas honestos y verdaderos revolucionarios
hayan sido tan estúpidamente ingenuos ante el “gran timonel”, el gran
timonel de la noche eterna. La culpa entonces, no será del ciego sino
de quien le dio el garrote.

Que Dios nos bendiga y nos agarre confesados.

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