jueves, 29 de octubre de 2009

EL JURAMENTO DE LA TAPARA

Rafael Gallegos


A la sombra de un árbol de tapara, aquellos jóvenes revolucionarios juraron cual Simón Bolívar, no dar descanso a su brazo ni paz a su alma, hasta romper los lazos que unían a Venezuela con el imperio norteamericano. Hubiera sido más elegante hacer el juramento bajo un samán como el de Guere; pero ya el líder había dicho era muy sabroooooooooso bañarse con totuma. La primera víctima de esa “revolución” fue el araguaney, que sustituido por la tapara, dejó de ser el Árbol Nacional. “Por sus totumas los conoceréis”, decían ellos que rezaba el Evangelio. La totumomanía de la “revolución” tomó ribetes de lo más variados. Clasificaron los diferentes tipos de totumas: tipo Ché para bañarse; tipo Mao, unas más pequeñas para beber agua; y hasta se hablaba otras gigantes (tipo Mugabe) para sustituir las bacinillas importadas, por aquello del desarrollo endógeno. Las pintaron todas de rojo – rojito y los más avezados ideólogos hablaban de totumas socialistas. Sabroooooooooooso bañarse con totuma, repetían los “revolucionarios”, al son de clap, clap, clap. Puro foquismo.


El pueblo, convencido que ser rico es malo, estaba feliz. Con la totuma se deshacían de esos artefactos pequeño burgueses como la regadera, el termo y los deslenguados dicen que hasta del jabón y el champú. Esas manías oligarcas de bañarse con agua caliente y durante más de dos minutos quedaban descartadas. El consumo de totumas fue gigantesco y generó escasez. El gobierno acusó de latifundistas a los propietarios de los terrenos donde estaban los árboles de taparas y procedió a “rescatarlas”. Luego las repartían, por supuesto lista Tascón mediante.


DE APAGÓN EN APAGÓN Y DE SEQUÍA EN SEQUÍA


Por culpa de la crisis mundial del capitalismo, Venezuela se ha convertido en el país donde los electrodomésticos chatarra son felices y los apagones duran más. Por culpa del imperio, el gobierno estatizó las empresas eléctricas, no hizo las inversiones de mantenimiento a los equipos y botó a los técnicos y gerentes capaces, sustituyéndolos por trabajadores rojitos, expertos en electricidad marxista. Con tales medidas, era de esperarse que algunas turbinas de Gurí dejaran de funcionar y las plantas eléctricas lo hicieran a media máquina. O sea, por culpa del capitalismo, la electricidad socialista alumbra el camino de los apagones. Para diciembre, se prohibirá encender los arbolitos de navidad y los nacimientos, como una contribución “voluntaria” del pueblo, cual revolución cubana, que acabó con la reaccionaria Navidad. Los deslenguados dicen que hasta prohibirán encender los faros de los carros y que las linternas de pilas serán decretadas Patrimonio Nacional. Pura alta gerencia, tal como nos tiene acostumbrados esta “revolución”.


Por culpa de los ricos que tienen piscinas y césped, el gobierno no ha mantenido los embalses, por lo que la “revolución” se vio obligada también a racionar el agua. Once años diciendo viene el lobo, gerencien, hagan mantenimiento, respeten a los técnicos. Viene el lobo, viene el lobo… y ajá, llegó el lobo. Y lo peor es que estamos tan indefensos como la Caperucita, por cierto roja. A este paso, ni su abuelita podrá salvarnos. Anota Guinness, en tiempo record, la “revolución” venezolana implantó el “período especial” de la revolución cubana.


KID SOCIALISTA


La “revolución” creó un Kid Socialista para enfrentar la crisis: totumas rojitas, velas, fósforos y tusas, adelantándose a la crisis de papel en la que también, júrenlo, caeremos, y por supuesto por culpa del capitalismo. Esos Kids se entregarán en los espacios socialistas de todos los centros comerciales expropiados por la revolución que juega “coleo” con los empresarios, donde se dictarán cursos como: “Higiene Express” y “Como Caminar Sin Luz y No Morir En El Intento”; como un adelanto de los Proyectos: “Letrinización”, que se adelantará bajo el lema: Letrina es Beautiful y “Moral Sin Luces”, que según los ejecutivos del gobierno, ya está ahorrando mucha electricidad. Los cursos serán dictados, claro, por expertos cubanos que llevan cincuenta años a la luz de una vela y cancelados con petróleo chin chin. Todo sea por incorporar a Cuba en las OPEP, con petróleo… venezolano.


Por cierto, para Navidad, en lugar de repartir esas cestas dispendiosas y llenas de colesterol, el gobierno decretará regalar Kids Socialistas y en cuanto a bebidas espirituosas, se permitirá si acaso, los ahora populares vinos La Luz” y “El Agua”.


Dicen que Trucutrú, emocionado ante tanto retroceso, va a proponer un plan de cuevización como alternativa de vivienda. Y que en su infinita capacidad de diálogo, el gobierno ha acogido la idea de la oposición de sustituir las radios por Radio Pasillo y Radio Bemba y seguirá “democratizando” el espectro. ¿Sustituirán el diabólico Internet por señales de humo? Cambio nevera por cava de anime con poco uso.


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