jueves, 22 de octubre de 2009

DEMOCRACIA… ¿UNA PALABRA O UN CAMINO?

Rafael Gallegos


No se puede pretender ser demócrata y tratar de venderle el modelo comunista cubano a los venezolanos. O se es demócrata, o se es comunista. Lo demás es… puro círculo cuadrado. Y menos se puede hablar de democracia lamentando la caída de la URSS; es como sentir nostalgia de los crímenes de Stalin, de sus purgas, de los campos de concentración de Siberia. ¿Es que Stalin era demócrata? Como si los venezolanos fuéramos gafos, la “revolución” nos plantea que en Cuba hay democracia y que debemos dirigirnos gustosos hacia ese mar de la felicidad, donde los únicos felices son los tiburones come balseros. ¿Es democracia los insultos a los opositores, el cero diálogo, las confiscaciones, los cierres de RCTV y de 34 medios “y que” para “democratizar el espectro”, y las elecciones tan opacas? Y La OEA ¿qué dice?, ¿algún día hará un baremo para medir la democracia?, ¿o se seguirá haciendo la loca? La democracia, más que una palabra, es un camino lleno de señales que hay que respetar y que la “revolución” se ha empeñado en obstruir mediante semáforos rojos - rojitos y huecos a lo largo de toda la vía. ¿La ruta rota? Y como si nada, pregonan a los cuatro vientos su condición de demócratas. Dime de que te jactas y te diré de adoleces. A continuación, algunas señales que debemos buscar para identificar el camino de la democracia:


Primera SEÑAL: El respeto al ciudadano Mientras las democracias se inician desde el diálogo y el respeto a los ciudadanos, esta “revolución” arranca su proceso no recibiendo ni por equivocación a los opositores en Miraflores, llenándolos de adjetivos descalificativos como golpistas, guarimberos y dejémoslo hasta ahí; execrándolos de los cargos y contratos, lista Tascón mediante; no dando entrevistas a los periodistas que no comulgan con el régimen; convirtiendo las emisoras oficiales en conductos del PSUV. ¿Eso es democracia… o más bien subdemocracia? Y la OEA… ¿qué opina ante este semáforo pegado en rojo?


Segunda SEÑAL: La autonomía de los Poderes Públicos Mientras en las democracias los Poderes Públicos son autónomos, en Venezuela cada día son más dependientes del Presidente de la República. Leyes express, presos express, confiscaciones express. Pareciera que hubiera una Constitución para los amigos del gobierno y otra para los demás. Las instituciones se han licuado: jugo, zumo, hugo.


Tercera SEÑAL: Elecciones transparentes… Aquí si es verdad que el semáforo está tan opaco que no se distingue si está amarillo, rojo o hasta verde o roto. OEA, venga para que vea. Un padrón electoral lleno de irregularidades; un CNE “revolucionario”; una Ley Electoral que permite jugar al lego con las circunscripciones, pegando y despegando piezas gusto de las necesidades electorales del gobierno. E inconstitucionalmente, acaban con la representación proporcional. Y de paso, ahora será legal que el Presidente y sus funcionarios, usen los dineros y recursos del Estado (o sea, su plata y mi plata) para promocionar sus candidaturas. Con razón los deslenguados le dicen a esta Ley Electoral, la Ley Japonesa. O sea, como se decía de los boxeadores venezolanos que iban a Japón… hay que ganar por KO. Y sin embargo, a veces ganaban. Por cierto, ¿por qué será que tanto funcionario del gobierno en lugar de transparencia, dice tramparencia?


Cuarta SEÑAL: rendición de cuentas… Sin comentarios. Esta “revolución” ha involucionado hacia un solo bolsillo para todas las cuentas. Estilo Trucutrú. Por cierto, ¿cuánto hace que no interpelan a un ministro?

Quinta SEÑAL: la eficienciaLobotomía de PDVSA, racionamiento de agua antes de empezar el verano, alumbrones, inflación mayor de 30%, una economía que no arranca ( Giordani dixit).

Por los resultados los conoceréis: alma dividida, exclusión, pobreza, hospitales graves, ranchificación, impunidad para los del gobierno, presos por protestar. Si eso es democracia, ¿cómo se llama lo que ocurre por ejemplo en Chile, o en España, o Canada? Igual no se pueden denominar, porque no son lo mismo. Y usted, ¿qué opina? Como diría Antonio Machado, ¿qué camino estamos haciendo al andar?


El libro del gas

Acaba de ser publicado el libro “La Industria del Gas Natural en Venezuela”, escrito por el académico Rubén Caro, Maestro de maestros en el área petrolera, y por los acuciosos e inteligentes expertos Diego González, Nelson Hernández y Pedro Machado. El libro está prologado el Dr. Arévalo Guzmán Reyes, uno de los hombres que más domina el tema petrolero en Venezuela. Una publicación imprescindible para los que quieran saber acerca de la historia, el estancamiento actual y el imperativo rol de una eficiente industria del gas, como pivote para el desarrollo de Venezuela. Seguiremos conversando acerca del apasionante tema.


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