martes, 22 de septiembre de 2009

Una oportunidad para Venezuela

La humanidad exigirá el petróleo y el gas natural venezolanos

Diego Gonzalez

Hay que insistir en que la industria petrolera venezolana (IPV) debe ser mucho más que Pdvsa. Se necesita que la principal industria generadora de divisas para el país funcione en un ambiente de libertad, democracia y respeto a la propiedad privada.

La industria petrolera hoy no es libre ni democrática. La estatal no está al servicio de todos los ciudadanos, sino del partido de gobierno. Las empresas privadas que firmaron contratos legales para trabajarle a la estatal, fueron despojadas de sus derechos y obligadas a asociarse con Pdvsa bajo la figura de "empresas mixtas".

Y lo que es peor, sin tener decisión en la planificación de las actividades de la empresa, en la escogencia de sus recursos humanos, ni en la comercialización del petróleo y el gas producidos. Eso sí, tienen que hacer sus inversiones y gastos, así como aportar lo de Pdvsa en la sociedad, bajo una promesa de pago que a la fecha no se ha materializado. Esto trajo como consecuencia la caída de la producción y la salida del país de varias compañías.

Más crítico fue el atropello a la libertad de empresa y a la propiedad privada en el caso de las empresas que desarrollaron la Faja del Orinoco.

Éstas habían obtenido del desaparecido Congreso de la República de Venezuela el derecho de trabajar en la Faja, bajo la figura de "Asociaciones Estratégicas", en asociación con Pdvsa, donde tenían participación mayoritaria y determinante en la planificación de las operaciones, en las finanzas, recursos humanos, y en 100% de la comercialización de los recursos producidos.

Por decisión arbitraria e ilegal del Ejecutivo, fueron obligados a ceder al gobierno un porcentaje importante de sus acciones, porque éste, queriendo ser cada vez más empresario, tenía que tener por lo menos 60% de las mismas. Así, terminó teniendo hasta 100% de las asociaciones, con dos arbitrajes internacionales.

Y más recientemente, contra la libertad de empresa, ocurrió la confiscación de la propiedad a más de 70 empresas que trabajaban para la estatal.

Es hora de que todos los venezolanos nos unamos para colocar la IPV en el sitial donde debe estar, a la altura de las empresas energéticas mundiales. La humanidad exigirá el petróleo y el gas natural venezolanos.

Las oportunidades Hay 20.000 pozos inactivos que deben reactivarse; hay 700 prospectos exploratorios para ser evaluados; hay que desarrollar toda la Faja del Orinoco y los recursos de gas natural costa afuera; y hay que construir los sistemas de distribución de gas natural por tubería para abastecer las poblaciones. Estas actividades crearían miles de nuevas empresas privadas y decenas de miles de nuevos empleos.

Propuesta: Hoy muchos venezolanos en el exterior y en el país estamos preocupados, pero con valor, y opinamos sobre la situación y el futuro de la IPV. Hay que agregar a los editores especializados en el área, y a los periodistas que cubren la fuente energética y económica. En la Academia la actividad por rescatar la IPV es diaria. Lo mismo hacen las instituciones de estudios superiores en sus postgrados en energía. Continuamente el Colegio de Ingenieros y sus Sociedades Profesionales y el Centro de Estudios sobre Energía de Cedice Libertad, están alertando sobre el rumbo negativo que sigue la industria petrolera.

Proponemos rescatar el Ministerio de Energía, institución encargada de diseñar la política energética del país, y crear dos instituciones que resultan indispensables: la Comisión Nacional de Energía y el Ente Nacional de los Hidrocarburos, ambas independientes del gobierno. Hay que involucrar a figuras del mundo de la política, la energía, el sindicalismo y las finanzas, para elaborar propuestas concretas, para hacer que se aprovechen al máximo los recursos de petróleo y gas natural del país, mientras este tenga presencia mundial. La agenda a discutir debe cubrir los siguientes temas: 1) participación privada y oportunidades de inversión nacional para aprovechar las oportunidades antes mencionadas; 2) mecanismos de financiamiento nacional e internacional; 3) creación o rescate, según el caso, de las instituciones arriba nombradas; 4) entregar las regalías del petróleo y gas natural a los ciudadanos; 5) Aprobar una nueva Ley de Hidrocarburos; y 6) diseñar la transición (gobernabilidad).

Para materializar las propuestas, los sindicatos petroleros son fundamentales. Con ellos pueden crearse muchos miles de nuevos trabajos en democracia y libertad.

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