martes, 2 de diciembre de 2008

LA LOCURA DE CHAVEZ NOS LLEVA AL BORDE DE LA GUERRA CIVIL

Gustavo Coronel


En Venezuela estamos todos diciendo lo mismo sobre procesos diferentes: “Esto tiene que ser yaaaaa!”

Hugo Chávez, empujando al país hacia la guerra civil, le dice a sus esclavos: “Quiero que consigan mi re-elección yaaaaá”. Y, por otro lado, los venezolanos amantes de la libertad y de la democracia dicen, exasperados: “A este gorila analfabeto hay que sacarlo de Miraflores yaaaaaá” .

Paradojicamente, el evento que puede ser la gota que rebase el vaso, ha sido una votación muy concurrida por los venezolanos. Los resultados indudablemente adversos para el régimen han convertido una ocasión que debería haber sido de afirmación democratica en una ocasión de duelo para el mandatario. Lo han puesto en un estado anímico atroz, lo han sacado de sus escasas casillas restantes. Al conocer los resultados adversos incitó al pueblo a irse a las calles contra los recién elegidos gobernadores y alcaldes de la oposición. Luego tomó la grotesca decisión de invitar a “sus” alcaldes a las reuniones del gabinete ministerial pero no a los alcaldes de la oposición. Ya antes de las elecciones había amenazado con sacar tanques a la calle si triunfaba la oposición en Carabobo. También había amenazado con no enviar dinero a los estados donde ganase la oposición (en abierta violación de la constitución y otras leyes del país).


Pero estos actos de agresión no lo calmaron. Al contrario, exacerbaron su reconcomio, su profunda amargura. No pudo aceptar con ecuanimidad la alegría opositora. Tenía que lanzar el máximo insulto, un máximo desafío. Desde hace varios días viene hablando, “in crescendo”, de su re-elección indefinida y la pide yaaaaaá. Ha dicho que no quiere perder el tiempo discutiendo esto. Acaba de decir que quiere la enmienda lista en Febrero de 2009!! Es decir, yaaaaá.


Y este es un insulto que los venezolanos no deben aceptar. No hablemos de los aspectos legales que, a pesar de ser contundentes, no lograrían persuadir a este gorila analfabeto que se ha entronizado en el poder, a ese salvaje que no entiende de leyes. Es necesario hablarle en sus propios dialectos: el político y el de la fuerza. En el dialecto político es necesario hacerle saber que no cuenta con el suficiente apoyo popular para convertirse en monarca. Las recientes elecciones han mostrado que, aun con los chanchullos y el abuso de poder que caracterizan la conducta del gorila analfabeto, al menos la mitad del país, la mitad del país generadora de riqueza, desea verlo fuera del poder lo antes posible. Un cambio de régimen político, un cambio en el contrato social de la magnitud que codicia el gorila analfabeto, solo sería concebible si un 90% o más de la población deseara llevarlo a cabo. Pero, una mitad? Ello es politicamente imposible de imponer y el gorila analfabeto ofende la inteligencia de los venezolanos al poner la absurda idea a rodar, una idea que merece una rotunda cuchufleta.


En el dialecto del poder, que es el otro que el gorila analfabeta prefiere hablar, es preciso actuar para impedir que progrese su propuesta. Es necesario llamar a las fuerzas armadas a pronunciarse en contra de este dictador. Es necesario recordarle a las fuerzas armadas que ellas existen para defender la democracia, la constitución y las leyes, no para amparar gorilas. Es necesario recordarle a todos nuestros conciudadanos que la constitución actual, así como la anterior, nos obliga a todos los venezolanos a insurgir contra las dictaduras y regímenes de fuerza. Esta insurgencia puede ser pacífica y cívica, en términos de desobediencia civil y de protestas colectivas, pero también puede ser violenta y de la intensidad necesaria para expulsar al dictador y a sus cómplices del poder. Hoy en día Hugo Chávez es un funcionario público forajido, colocado al márgen de las leyes de la república y debe ser expulsado del poder yaaaaaá.


Lo que Hugo Chávez está comenzando a plantear en Venezuela y puede llegar a lograr, si los venezolanos se descuidan una vez más con el gorila, es una guerra civil. Después de haber arruinado materialmente a Venezuela, después de haber prostituído a las instituciones, después de intentar infructuosamente convertir a nuestra patria en una nueva Cuba, el plan del gorila analfabeto consiste en la promoción de la guerra civil. Ya sus manos están manchadas de sangre inocente de venezolanos, incluyendo niños, como resultado de su insensata aventura golpista de 1992. No vacilará ahora en iniciar la guerra entre venezolanos si ello le ayuda en sus planes de convertirse en un nuevo chapita Trujillo, un nuevo Cipriano Castro, un nuevo Papá Doc Duvalier.
Existen venezolanos quienes, aunque nunca hayan tenido un fusil en la mano y nunca hayan matado un ave y mucho menos un ser humano, no vacilarían en empuñar un fusil para defender la libertad y la democracia del país, amenazada por un gorila analfabeto.

Usarían el fusil para insurgir contra el gorila y para evitar la guerra civil entre venezolanos, no para disparar contra sus compatriotas.

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