viernes, 6 de marzo de 2009

VACAS FLACAS Y GALLINAS HERIDAS

Rafael Gallegos

La “revolución” insta a los venezolanos a no preocuparse por la baja de los precios del petróleo, ni por la crisis mundial, que a Venezuela no le entra ni coquito. Que estamos blindados. Que confíen en nuestro máximo líder. Que mientras el capitalismo hunde al imperio, el socialismo del siglo XXI reflota a Venezuela. Que nuestras vacas, flacas y hambrientas, y nuestra gallina de los huevos de oro herida y a punto de sancocho, son muy felices. Puro nirvana. Que la planta insolente del extranjero no logrará torcer el rumbo hacia el abismo que a paso de vencedores, le ha impuesto el liderazgo perpetuo a este país. Que si el petróleo se pone a cero dólares, salvaremos la “revolución” con un período especial como el del heroico, reflaco, reprimido y limosneado pueblo cubano. Con hambre y sin empleo con Chávez me resteo. Que como en la canción del también perpetuo Julio Iglesias, la vida sigue igual.


Que la baja de los precios del petróleo no afectará la sostenida quiebra de la PDVSA roja - rojita, que adelanta el régimen desde la insólita lobotomía del 2003. Los venezolanos pueden contar con que seguiremos incendiando refinerías, importando gasolina, bajando la producción de petróleo, dañando los yacimientos, vendiendo verduras y cambiando petróleo por “catedráticos” cubanos.


Que la baja del petróleo tampoco afectará la caída de las empresas básicas de Guayana, ni la incertidumbre de sus trabajadores todas las quincenas. Igual, garantizamos que seguirán los apagones que alumbran el camino al socialismo. La crisis tampoco impedirá que siga el quiebre del agro, apuntalado por la incertidumbre de inversiones, las invasiones, los insultos a los productores, las expropiaciones, el control de precios, la sobrevaluación. Pura permutación de haciendas productivas por eriales. En cuanto a la desaparición de las oprobiosas empresas capitalistas, la “revolución” le garantiza al pueblo que la baja desde 12.000 existentes en 1998 hasta la mitad de hoy, continuará su paso de vencedores.


Que el petróleo barato no impedirá que el pésimo servicio en los hospitales sea interrumpido. Y que por supuesto, les seguiremos metiendo del ojo a las clínicas de los ricos. Tampoco evitará que sigamos minimizando la producción de vivendas y que el glorioso pueblo bolivariano cada vez quede más sin tejado… como trataron de dejar al violinista, amenazando músicos.


Que la tramparencia de nuestras elecciones seguirá su ruta. Los bajos precios del petróleo no impedirán el abusivo ventajismo en los procesos electorales. Ni que usemos a los medios como apéndices de PSUV. Tampoco retrocederá la ya lograda licuefacción de los poderes públicos. Jugo, zumo, hugo.


Ah! y los fascistas de la oposición que resultaron electos el 23 N, que no crean que la crisis del petróleo nos llevará dialogar con ellos. La “revolución” garantiza el sectarismo, la continuidad de la violencia y la inseguridad, la permanencia de los “recién descubiertos” huecos tumba café en las calles y la de los ya viejos niños de la patria durmiendo bajo los puentes. La “revolución” continuará sin dialogar con los que no están de acuerdo con ella. Puro enemigo. Y tengan la plena seguridad nacional que ni el petróleo a cero dólares impedirá el ya exitoso proceso de rompimiento del alma nacional.


El régimen garantiza a “su” pueblo que el desideratum de la “revolución”, no se ha desviado ni un milímetro: Chávez para cien años. Ni un minuto más, ni un minuto menos. Con petróleo o sin petróleo, sigo siendo el rey. Que diferencia con Rómulo Betancourt, no hubo manera de que repitiera en 1973. Que símil con Hitler, el que ofreció mil años de nazismo.


Los venezolanos pueden descansar tranquilos. Ni la PDVSA quebrada, ni el petróleo a cien, ni el petróleo a cero, lograrán detener el plan de destrucción nacional. Pura marabunta a paso de vencedores. Y que vivan los pobres, semilla y tumba de esta “revolución”. Pura mascarada.

AH!... Y PARA EL ALBA NO HABRÁ OCASO


A los presidentes de los países signatarios del ALBA, la “revolución” les participa que se despreocupen. Que seguiremos mandándoles petrocasas, jeeps, aviones presidenciales, plantas eléctricas, dólares y comprándoles bonos de sus deudas impagables. Que creemos que el pueblo venezolano está dispuesto a sacrificar a sus hijos por la gran patria latinoamericana. Y si no fuere así, sacaremos los batallones del ventajismo y convocaremos un referéndum: “¿está usted de acuerdo con la política de bombillo de porche, luz para la calle y oscuridad para la casa?” Y si reaccionan negativamente cambiaremos la pregunta por una más pitidifusa: “¿está usted de acuerdo en que los países del ALBA eleven su nivel de vida?” Y si no caen, haremos otros referenda… hasta vencer. Bombilloeporchismo o muerte.


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